El sarcoma uterino es un tumor maligno del órgano reproductor. Las observaciones muestran que este tipo de lesión representa el 3 por ciento de todos los crecimientos patológicos en esta área. ¿Cuáles son los síntomas del sarcoma uterino y cómo se trata?
El sarcoma uterino es un tipo de tumor maligno que afecta el órgano reproductor. Estas neoplasias se clasifican como tumores no epiteliales y se clasifican como sarcomas de músculo liso uterino y sarcomas endometriales. Independientemente del tipo, los sarcomas afectan principalmente a mujeres entre 50 y 60 años. La neoplasia es muy difícil de diagnosticar, por lo que se detecta demasiado tarde para poder implementar un adecuado manejo terapéutico eficaz. El cuadro clínico no es característico. Los pacientes informan sangrado vaginal anormal y dolor en la parte inferior del abdomen.
La ubicación más común del sarcoma uterino es el endometrio, mientras que el tipo de tumor dominante es el leiomiosarcoma, que representa hasta el 70 por ciento de todos los sarcomas uterinos. El segundo más común es el llamado sarcoma estromal. estromale del sarcoma, que representa el 15 por ciento de los casos. Otros tipos pertenecen a la casuística. Como se destacó, los cambios de tipo sarcoma pueden ocurrir a cualquier edad, pero alcanzan su punto máximo durante la menopausia.
Factores de riesgo del sarcoma uterino
Como en el caso de otras lesiones neoplásicas, también en este caso se establecieron factores predictivos para el desarrollo de sarcoma uterino. Esos son:
- la edad avanzada del paciente
- obesidad
- sin descendencia
- condición después de la irradiación de la pelvis más pequeña
- tomando el medicamento tamoxifeno, la principal sustancia terapéutica en el cáncer de mama.
Los síntomas del sarcoma uterino
No se pudieron establecer los síntomas característicos del sarcoma uterino. Sobre la base de algunas quejas informadas, solo se puede presumir el desarrollo de este tipo de patología. Muy a menudo, las mujeres que padecen sarcoma uterino informan sangrado vaginal anormal o dolor en la parte inferior del abdomen. Debido al cuadro clínico casi idéntico, los sarcomas uterinos son muy difíciles de distinguir de la patología común del órgano reproductor: los fibromas uterinos, que son un equivalente benigno de los sarcomas. Además de las dolencias antes mencionadas, en una etapa posterior de avance, aparecen quejas relacionadas con el crecimiento excesivo de la masa tumoral y la presión sobre los órganos adyacentes. Por lo tanto, pueden aparecer dolencias de la vejiga: dolor al orinar, sensación de vejiga llena, necesidad constante de orinar o del recto, dolor al defecar.
Los sarcomas, a diferencia de los fibromas benignos, pueden provocar metástasis que se transmiten principalmente a través del torrente sanguíneo. El sitio más común de metástasis son los pulmones, por lo tanto, además de los síntomas del órgano reproductor, pueden presentarse síntomas respiratorios, como disnea, dolor pleural, tos y tos con secreción de color sangre.
Diagnóstico de sarcoma uterino
La mayoría de las lesiones se detectan completamente por casualidad, durante la histeroscopia por alguna otra razón o la miomectomía (extirpación quirúrgica del mioma uterino), cuando las muestras se pelan de forma rutinaria para su examen histopatológico. La ecografía es una herramienta auxiliar, aunque se utiliza más para diagnosticar la masa patológica dentro del útero que para hacer un diagnóstico definitivo. Además, las imágenes de sarcoma y mioma en la ecografía son tan similares que es imposible concluir de qué tipo estamos tratando. Si se sospechan lesiones metastásicas, se recomienda CT o MR para localizar focos sospechosos.
Tratamiento del sarcoma uterino
El procedimiento de elección en el diagnóstico del sarcoma uterino es la extirpación quirúrgica del útero, incluidos los apéndices. Como complemento a la terapia, se recomienda la radio o quimioterapia, esta última especialmente en presencia de focos metastásicos. El plan de manejo depende del tipo de cambio histológico en el grado de diferenciación o la etapa de avance.
La terapia hormonal se dedica a cambios altamente diferenciados, con el uso de progestágenos, análogos de gonadoliberina o inhibidores de la aromatasa.