La llegada del bebé supone una auténtica revolución para su madre. La maternidad cambia a una mujer; su perspectiva sobre muchas cosas es diferente: su trabajo, carrera, pareja, su relación con su madre también cambia.
La maternidad cambia las prioridades
Lo más importante hasta ahora quedará relegado a un segundo plano. Y lo más importante será el bienestar del niño, de ello dependerá su calidad de vida. Algunos días tu más ardiente deseo será ... dormir. Y luego, incluso una llamada telefónica de un ser querido, que anteriormente era una fuente de alegría silenciosa, hará que rechiten los dientes siempre que lo saque de la dulce siesta en la que cayó entre la alimentación y el próximo ataque de cólico de su bebé.
La maternidad te hará crecer
Te cambiará el sentimiento de que eres responsable de un ser que depende de tu protección. "¿Y el bebé?" - Durante mucho tiempo todo estará subordinado a este pensamiento: desde lo que pones en tu plato hasta los intentos de renovar tu vida social y los planes para volver al trabajo. Incluso años después, cuando su hijo crezca y piense que ha "cortado el cordón umbilical", dejará todo y correrá hacia él cuando necesite ayuda. Se convertirá de nuevo en el centro de tu vida.
Gracias a la maternidad te alejarás
Principalmente por trabajo. Se sorprenderá de lo mucho que su hijo cambiará su visión de las citas, conferencias y viajes de negocios. Ninguna de estas cosas importará tanto como la secreción nasal o el primer diente de su niño, e incluso los trabajos más lucrativos no lo mantendrán en el trabajo después de las horas en que necesita alimentar, bañar y arrullar a su bebé para que se duerma.
Entenderás mamá
Cuando se convierta en madre, apreciará su experiencia y el hecho de poder apoyarse en ella. Podrás quejarte con ella, pedirle consejo, descansar en su casa ... Pero al mismo tiempo dejarás de ser su pequeña, podrás hablar con ella como si fueras una amiga. Comenzará a defender su propia opinión con más confianza que antes, pero luego podrá descubrir que su opinión no es tan diferente de la que piensa su madre.
Aprenderás a planificar
Ser madre es un trabajo de 24 horas al día, 7 días a la semana. Además, tienes que administrar una casa, cuidar del resto de la familia, ganar unos centavos y finalmente descansar alguna vez. Realizar tantas tareas diferentes durante el día requiere habilidades organizativas: planificación y previsión, así como improvisación instantánea, es decir, flexibilidad en situaciones impredecibles (por ejemplo, cuando un niño pequeño se enferma repentinamente).
Refrescarás la relación
Al principio, el sexo pasará a un segundo plano y tu pareja puede pensar que tienes una conexión más íntima y afectuosa con el bebé que con él, el padre de este niño que grita. Pero no es todo. Comenzará a juzgarlo en términos de sus cualidades como padre. Y quién sabe, si descubrirás en él ventajas que no sospechabas de él: ternura, paciencia, responsabilidad, sensibilidad, la capacidad de jugar sin preocupaciones ... Ahora tu amor por tu pareja puede adquirir una dimensión completamente nueva y más profunda.
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