La Corte Suprema de los Estados Unidos prohibió patentar el ADN humano. El veredicto se emitió contra Myriad Genetics, que patentó los genes BRCA1 y BRCA2 en la década de 1990. Las mutaciones de estos genes son responsables de un mayor riesgo de desarrollar cáncer de mama y de ovario. ¿Qué consecuencias tendrá la decisión de la corte estadounidense?
El debate sobre las patentes de genes se ha prolongado durante años. En 2009dos instituciones: la American Civil Liberties Union y la Public Patent Foundation han demandado las patentes de los genes BRCA1 y BRCA2 obtenidas en la década de 1990 por Myriad Genetics. La empresa inicialmente perdió el caso, pero apeló y recuperó las patentes. Finalmente, la Corte Suprema de Estados Unidos dictaminó en junio de 2013 que el ADN como obra de la naturaleza no es patentable.
Curiosamente, el mismo tribunal dictaminó en 2001 que ciertos fragmentos de ADN podían estar protegidos por patente. Incluyó ADN "aislado de su estado natural y procesado en etapas posteriores de purificación, que separa los genes de otras moléculas asociadas naturalmente con ellos". solicitar una patente para una secuencia de ADN seleccionada al azar.
Desde el descubrimiento de los genes BRCA1 y BRCA2 por Myriad Genetics, aprox. patentes sobre genes y secuencias de ADN (según diversas estimaciones, es más del 40% de nuestro material genético). Los beneficios de las patentes son enormes: las pruebas para detectar mutaciones de estos genes en los Estados Unidos cuestan alrededor de 3.000. dolares
BRCA1 y BRCA2 son ruidosos hoy gracias a Angelina Jolie, a quien se le diagnosticó una mutación de estos genes. Para reducir el riesgo de cáncer de mama, la actriz decidió someterse a una mastectomía preventiva de ambas mamas (el riesgo de cáncer de mama en mujeres con mutación BRCA1 se estima en 60-80% y cáncer de ovario - 40%).
¿Qué consecuencias puede tener la decisión de la corte estadounidense para el mayor desarrollo de la investigación genética? Siguiendo el ejemplo de los genes BRCA1 y BRCA2 y sus mutaciones, según los datos estimados, solo el 10-20% de los casos de cáncer de mama y de ovario ocurren en mujeres que portan mutaciones dentro del gen BRCA1 o BRCA2. Muchas mujeres no encuentran mutaciones en estos genes, a pesar de que sus familias tienen cáncer de mama y de ovario. Lo más probable es que existan otros cambios genéticos que aumenten la predisposición a desarrollar estos cánceres, pero su detección requiere enormes desembolsos económicos.
Por un lado, la sentencia de la Corte Suprema puede detener la comercialización de biotecnología centrándose en áreas seleccionadas y más rentables, por el otro, hacer que no sea rentable para las empresas realizar investigaciones especializadas que conduzcan a la detección de mutaciones genéticas posteriores.