Mi prometido tiene un fetiche de tacones altos. Todo estaría bien para mí si se limitara a la emoción al usarlos. Desafortunadamente, él juega con ellos en secreto de vez en cuando, tocando sus genitales, lo que a veces lo lleva al orgasmo. Ya hablamos de eso. Sabe que me lastima mucho por eso. Trató de combatirlo, hizo promesas y luego mintió. Temo que nuestra relación pueda sufrir porque estoy harta de ella. Soy un poco compleja y a pesar de sus palabras que lo emocionan, sigo pensando que los tacones altos son muy importantes para él. Me confesó que a veces se imagina usándolos mientras tiene sexo. ¿Puedo ayudarlo de alguna manera a recuperarse? Sé que sin apoyo no podrá hacerlo él mismo, porque se siente atraído por ello.
El fetichismo no es amigo de una relación. Ya lo estás experimentando de la manera más difícil. No puedes ayudarlo tú mismo. Tienes que ir a un sexólogo. Por supuesto, el tratamiento afectará principalmente al prometido, pero la enfermedad también cubre la relación. Lo más importante es comenzar el tratamiento rápidamente. Rápido, es decir, haga una cita con un sexólogo mañana. Ves por ti mismo lo mal que te afecta, lo mucho que "ataca" tu autoestima femenina (de lo contrario completamente mal, porque él no lo hace porque no cumples con sus expectativas o no eres suficiente para él, solo por una compulsión "enferma"). Sin duda, las consecuencias también recaen sobre ti, por lo que tienes derecho a hacer una condición: ya sea el tratamiento o tu relación.
Recuerde que la respuesta de nuestro experto es informativa y no sustituirá una visita al médico.
Bohdan BielskiPsicólogo, especialista con 30 años de experiencia, formador de habilidades psicosociales, psicólogo experto del Tribunal de Distrito de Varsovia.
Las principales áreas de actividad: servicios de mediación, asesoramiento familiar, atención a una persona en situación de crisis, formación gerencial.
Sobre todo, se centra en construir una buena relación basada en la comprensión y el respeto. Realizó numerosas intervenciones de crisis y se hizo cargo de personas en una crisis profunda.
Fue profesor de psicología forense en la Facultad de Psicología del SWPS en Varsovia, en la Universidad de Varsovia y en la Universidad de Zielona Góra.