La dislipidemia es simplemente un trastorno del metabolismo de los lípidos. La dislipidemia es un término muy amplio que incluye anomalías en la cantidad, estructura o función de las fracciones de lípidos individuales. ¿Cuáles son las causas y los síntomas de la dislipidemia? ¿Cómo va el tratamiento?
Las dislipidemias están asociadas con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares: son la causa directa del desarrollo de aterosclerosis, que conduce a cardiopatía isquémica, accidentes cerebrovasculares isquémicos o isquemia de las extremidades inferiores. La gravedad de la dislipidemia se evidencia en numerosas guías y recomendaciones, que se han publicado cada vez con mayor frecuencia en los últimos años, y que tienen como objetivo combatir este problema. Uno de los ejemplos es nuestra Declaración nacional de Sopot, que define los principios del manejo de la dislipidemia, que incluyen, entre otros, la prevención, el diagnóstico y el tratamiento.
Tabla de contenido:
- Dislipidemias: ¿qué son los lípidos?
- Dislipidemias - tipos de dislipidemias
- Dislipidemia - causas. ¿Cómo se desarrolla la dislipidemia?
- Dislipidemia - tratamiento
Para ver este video, habilite JavaScript y considere actualizar a un navegador web que admita video
Dislipidemias: ¿qué son los lípidos?
En el sentido químico, los lípidos son en realidad lipoproteínas porque sus moléculas están compuestas no solo de grasas, sino también de proteínas, entre otras. Las lipoproteínas están formadas por un núcleo lipídico insoluble en agua (hidrófobo) y que se compone principalmente de ésteres de colesterol y triglicéridos. El núcleo comprende una cubierta hidrófila soluble en agua, compuesta principalmente de fosfolípidos, colesterol y las denominadas apolipoproteínas. Se encuentran diferentes apolipoproteínas en diferentes fracciones de lipoproteínas. ¿Para qué necesitamos los lípidos? En las lipoproteínas, el colesterol exógeno y endógeno se transporta a diversos tejidos de nuestro cuerpo, donde se utiliza, entre otras cosas, para construir membranas celulares normales, sintetizar ácidos biliares y hormonas esteroides. Podemos distinguir varios tipos de lipoproteínas, incluyendo quilomicrones, lipoproteínas de muy baja (VLDL), baja (LDL) y alta densidad (HDL). La gran mayoría de los quilomicrones están compuestos por triglicéridos, similares a las lipoproteínas de muy baja densidad. En el plasma, las VLDL se convierten en LDL. Estos últimos consisten principalmente en ésteres de colesterol y es su concentración la de mayor importancia en el desarrollo de la aterosclerosis. La última de las lipoproteínas, o HDL, es el llamado "colesterol bueno" porque su principal función es atrapar y recolectar el exceso de colesterol libre de la sangre circulante y luego transportarlo al hígado.
Dislipidemias: tipos de dislipidemia
El más popular es la división de la dislipidemia en tres categorías:
- colesterolemia pura, en la que aumenta la concentración de colesterol total y fracción de LDL
- hipertrigliceridemia - donde observamos un aumento en el nivel de triglicéridos y VLDL
- hiperlipidemia mixta, que es una combinación de ambos
¿Todas las dislipidemias son peligrosas para nuestra salud? Actualmente, se cree que los más importantes desde el punto de vista de la fisiopatología de la aterosclerosis son la hipercolesterolemia, la dislipidemia mixta y un trastorno denominado dislipidemia aterogénica, cuyos principales componentes son un aumento de triglicéridos y una disminución simultánea del nivel de HDL, que en nuestro organismo desempeñan una función protectora frente al desarrollo de la aterosclerosis.
Lea también: ¿Tiene riesgo de arteriosclerosis? Controle su colesterol: qué hacer para mantenerlo normal Hipercolesterolemia familiar (hiperlipidemia): causas, síntomas y tratamientoDislipidemia - causas. ¿Cómo se desarrolla la dislipidemia?
La dislipidemia puede ser primaria o secundaria. La dislipidemia primaria se desarrolla como resultado de una dieta inadecuada y un "estilo de vida poco saludable" generalmente entendido. Esto significa que las personas que consumen una cantidad excesiva de grasas animales y muy poca de grasas saludables, es decir, vegetales, corren principalmente el riesgo de desarrollar dislipidemia. Además, el tabaquismo, un estilo de vida sedentario y el abuso de alcohol también contribuyen al desarrollo de dislipidemia primaria.
A veces, desafortunadamente, la dislipidemia se desarrolla genéticamente. Entonces, incluso una persona que lleve un estilo de vida saludable correrá el riesgo de desarrollar dislipidemia.
La dislipidemia secundaria, por otro lado, puede desarrollarse con
- hipotiroidismo
- el embarazo
- Síndrome de Cushing
- síndrome nefrótico
o como resultado del uso crónico de ciertos fármacos, por ejemplo inmunosupresores, glucocorticosteroides o progestágenos.
La diabetes y el síndrome metabólico, así como las enfermedades con colestasis en el tracto biliar, también predisponen al desarrollo de dislipidemia.
Articulo recomendado:
Hipercolesterolemia: causas, síntomas, tratamientoDislipidemia - tratamiento
El tratamiento de la dislipidemia puede ser tanto no farmacológico como farmacológico. Cuándo y cuáles usar siempre debe estar determinado por el riesgo cardiovascular y la edad del individuo. El principal punto de referencia en el tratamiento de la dislipidemia debería ser la concentración de LDL, ya que numerosos estudios han demostrado que es esta fracción de lipoproteínas la que mejor refleja los efectos de la terapia. En todos los pacientes, en cualquier etapa del tratamiento, la base siempre debe ser el tratamiento no farmacológico, que incluye:
- Pérdida de peso gradual en todas las personas diagnosticadas con sobrepeso u obesidad, y mantenimiento de un peso corporal normal en otras.
- estilo de vida activo, definido como un mínimo de 30 minutos, esfuerzo moderado, al menos cinco veces por semana
- una dieta en la que las grasas constituyen el 25-35 por ciento energía suministrada al cuerpo junto con las comidas, y se prefieren las grasas poliinsaturadas con predominio de omega-3 sobre omega-6,
- reducir las grasas animales y los azúcares simples
- comiendo muchas verduras
- comidas que contienen pescado al menos dos veces por semana
- evitar fumar, beber alcohol y limitar el consumo de cloruro de sodio
- en algunos casos, tomar suplementos dietéticos que hayan demostrado reducir el riesgo cardiovascular, como fitoesteroles, levadura de arroz rojo o ácidos grasos omega-3
A pesar de que el tratamiento no farmacológico es la base para el manejo de las dislipidemias, la mayoría de las veces no es suficiente y se le debe agregar la farmacoterapia. Las más utilizadas son las estatinas, porque además de la actividad hipolipemiante, también tienen otros beneficios, por lo que siempre que no existan contraindicaciones, deben incluirse en la terapia. Otros fármacos que se utilizan en la dislipidemia son ezetimiba, inhibidores de PCSK9, fibratos y ácidos omega-3.
A veces, la terapia combinada es necesaria para obtener un efecto terapéutico satisfactorio. El efecto de las estatinas depende de la dosis utilizada y se define mejor mediante la conocida regla de Roberts, que dice que cada duplicación de la dosis diaria de una estatina puede reducir la concentración de LDL en aproximadamente un 6%. Las estatinas son la mejor opción para las dislipidemias porque muchos estudios han demostrado que reducen el riesgo de eventos cardiovasculares y reducen el número de muertes. En cuanto a sus efectos secundarios, el más común de ellos es el daño muscular y hepático, por lo que se deben controlar los parámetros hepáticos antes y durante el tratamiento con estatinas.
Las estatinas más potentes, es decir, atorvastatina y rosuvastatina, se utilizan con mayor frecuencia en la dislipidemia. Por el contrario, solo se recomienda atorvastatina para pacientes con enfermedad renal crónica en estadio avanzado. Si estamos ante una hipetrigliceridemia severa, probablemente los fibratos sean la mejor opción, ya que reducen principalmente esta fracción de lipoproteínas. Los inhibidores de ezetimiba y PCCK-9 se pueden utilizar en terapia combinada o en monoterapia con niveles elevados de LDL, cuando las estatinas están contraindicadas o son ineficaces.