Somos creyentes, tratamos de ir a la iglesia con regularidad. Mi hija de 13 años se niega a ir con nosotros, diciendo que está aburrida allí, que la iglesia es estúpida. Dice que cree en María pero no en Dios. Él cree que las acciones de Jesús (incluida la curación de los enfermos) son brujería, y creemos porque nuestros antepasados lo hicieron. Le dice todo tipo de cosas horribles a la iglesia. Todos decimos que lo está haciendo mal y que algún día se volverá en su contra, pero no le teme a nada. Cuando le dije que le prohibiría a su computadora hablar así, fue aún peor. Ya no sé qué hacer.
¡Hola! Este no es un problema poco común. La mayoría de las veces se debe a la falta de personal calificado en la iglesia. No tiene sentido persuadir a la iglesia. Sin embargo, tiene sentido convencer a la gente de la fe, y especialmente de sus principios. Los niños criados en familias católicas, por lo general, en algún momento de sus vidas, regresan a la iglesia y buscan apoyo en la oración. Sucede que encuentran el significado de la fe como resultado del contacto con un entorno específico o un clérigo que puede mostrarles comprensión. A veces es causado por circunstancias de la vida que una persona no puede afrontar por sí misma. Vivimos en el círculo de la cultura cristiana, por lo que no podemos ignorar por completo sus fundamentos, especialmente sus valores. La ética cristiana es nuestra guía en las elecciones de vida. Por eso necesitas conocerla. En la práctica de la vida, no es importante si una persona obedece los dictados o la conciencia de Dios. No importa por qué ama a su vecino o no mata. Es importante que lo respete y viva con honestidad. Sin embargo, la fe también tiene una función terapéutica muy importante. La confianza en Dios calma, calma, sana heridas, sostiene la esperanza. Es extremadamente difícil para un niño entender la diferencia entre milagros y brujería. Imaginar a Dios como una idea, imposible. Sin embargo, conocer los conceptos básicos de la religión es necesario para comprender el mundo de nuestra cultura. Independientemente de la fe, los historiadores documentan la existencia de un Jesús carismático que enseñó. Aunque en trescientos años alguien pueda dudar, nosotros mismos fuimos testigos de una vida extraordinaria y un impacto en millones de Juan Pablo II, que confió su vida a Dios. Las historias bíblicas (creídas o no) te enseñan cómo vivir. No obligarás a tu hijo a asistir a misas que lo aburren, porque son largas y celebradas en un lenguaje incomprensible de metáfora ingenua. Sin embargo, cuide el respeto por la fe y los lugares de culto (decir "iglesia estúpida" es inaceptable). No lo lograrás con peleas y castigos, sino pidiendo respeto y no herir los sentimientos de los demás. Una persona de trece años ya debería entender esto. Fomente el estudio, la amistad y la conversación con Dios o (si lo prefiere) con la Santísima Virgen. Todo el mundo tiene un dios. Incluso los no creyentes. En la psique humana existe la necesidad de tener fe y hacer referencia a los valores más elevados (a menudo intangibles). No hay forma de escapar. Su hijo descubrirá y comprenderá esto con el tiempo. Y luego, para una reflexión más seria, lo básico será útil. Si realmente te importa la relación de tu hija con la iglesia, puedes intentar esperar y, cuando las emociones negativas se calmen, fomentar el contacto con un clérigo sabio que reúna a los jóvenes a su alrededor. Atentamente. SI.
Recuerde que la respuesta de nuestro experto es informativa y no sustituirá una visita al médico.
Barbara Śreniowska-SzafranUn profesor con muchos años de experiencia.