El niño se desarrolla gracias al tacto: cuando es acariciado, abrazado, llevado en las manos. La importancia del contacto físico es enorme, pero ahora nos falta. ¿Podemos ser perjudicados si mantenemos la distancia durante mucho tiempo?
El mundo entero está ahora "a distancia": no nos damos la mano para saludarnos, no besamos a los niños y a los padres, nos cruzamos en la calle a la distancia prescrita de 2 metros ...
Por todo esto, algunas personas sufren de falta de contacto táctil. ¿Por qué necesitamos que nos toquen tanto? ¿Qué puede pasar cuando nos quedemos sin él?
Un toque necesario para la vida
El contacto físico y social es esencial, dice Virginie Tschemodanov, psicóloga y psicoterapeuta, miembro de la Federación Francesa de Psicólogos y Psicología. Los niños son los que más necesitan ser tocados, luego la necesidad de cercanía es reemplazada por el contacto verbal. Pero el tacto sigue siendo esencial, nos ayuda a sentirnos confiados y seguros.
La privación del contacto físico puede tener consecuencias mentales e incluso físicas para una persona. La gente se abraza cuando quiere calmarse. Tal toque activa las conexiones neuronales que influyen en el funcionamiento de los sistemas inmunológico y digestivo, lo ayudan a dormir y estimulan la producción de oxitocina, la hormona del amor y el afecto. Porque el tacto también es una forma de mostrar afecto.
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¿Cómo cubrir la distancia?
Al no poder tocar a los demás en el saludo o en otras situaciones sociales, perdemos nuestra espontaneidad. Nos obligamos a controlar nuestros sentimientos, hábitos y costumbres. Hacemos esto para mantenernos saludables durante una pandemia, pero es difícil para nosotros.
El tacto no puede ser reemplazado por nada, pero por supuesto puedes intentar luchar por nuestras relaciones con otras personas a través de contactos a distancia. Recientemente, en los sitios de redes sociales, a menudo se pueden ver fotos de niños abrazados al cristal con su amada abuela detrás de ellos, o de esposos separados por cuarentena, besándose a través de la pantalla de una computadora.
Demostremos nuestro apoyo de una forma que no sea el gesto.En casa, todavía podemos abrazar, podemos acariciar a un niño que se ha caído, pero ¿en el trabajo? ¿Cómo mostrar apoyo a un colega que no pudo completar la tarea asignada? En lugar de darle una palmada en el hombro, hablemos con él. Las palabras y una sonrisa a veces pueden hacer mucho, especialmente cuando son sinceras y cariñosas.
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