La enfermedad de Still es sintomática de muchas otras afecciones, como fiebre, sarpullido, agrandamiento de los ganglios linfáticos y el bazo e inflamación de las articulaciones. La enfermedad de Still suele aparecer antes de los 5 años, pero puede comenzar en adultos.
La enfermedad de Still es una enfermedad autoinmune poco común en el grupo de enfermedades reumáticas: el sistema inmunológico ataca los tejidos blandos de sus propias articulaciones (incluido el cartílago) por razones desconocidas, lo que causa inflamación y el desarrollo de artritis juvenil. Se presenta principalmente en niños menores de 5 años, pero también puede ocurrir en la edad adulta. Es mucho más común en niñas y mujeres.
Enfermedad de Still: fiebre, sarpullido y dolor articular
La enfermedad de Still comienza de forma aguda: aparece una fiebre de hasta 40 grados C y un sarpullido fino que no produce comezón, más común en la piel de los brazos y las piernas (las lesiones cutáneas desaparecen cuando la fiebre desaparece). Los análisis de sangre muestran niveles altos de glóbulos blancos en el suero sanguíneo y algunas enzimas también pueden mostrar una mayor actividad). Los pacientes se quejan de dolor en las articulaciones y su rigidez, lo que limita la movilidad. En muchos pacientes se encuentran ganglios linfáticos agrandados. Puede haber dolor abdominal y agrandamiento del bazo o del hígado. En algunos casos, la enfermedad se acompaña de faringitis. La inflamación también puede ocurrir en la pleura, el pericardio y los músculos. Los pacientes pueden perder peso, perder el cabello, sentirse mal y tener menos apetito.
Tratamiento de la enfermedad de Still
La enfermedad de Still es bastante difícil de diagnosticar porque sus síntomas son similares a los de muchas otras enfermedades. Durante el diagnóstico se tienen en cuenta enfermedades infecciosas como mononucleosis, rubéola, sida, hepatitis B, enfermedades infecciosas bacterianas, así como vasculitis, linfomas, sarcoidosis, otras enfermedades sistémicas del tejido conectivo, entre otras. lupus y artritis reumatoide.
La enfermedad de Still requiere tratamiento de la fase aguda de la enfermedad, terapia crónica con agentes farmacológicos y rehabilitación. El tratamiento comienza con la administración de medicamentos antiinflamatorios no esteroideos y, si dicho procedimiento no produce el efecto terapéutico deseado, se administran esteroides (la indicación incluye, entre otros, miocarditis o pericarditis, daño hepático). Si la enfermedad se vuelve crónica, a los pacientes se les administran fármacos modificadores de la enfermedad, como artritis reumatoide y fármacos biológicos. El tratamiento también requiere rehabilitación desde el inicio de la enfermedad y la aparición de dolencias articulares.
Pronóstico en la enfermedad de Still
La mayoría de los pacientes reciben un buen tratamiento siempre que no se produzcan daños en los órganos ni una destrucción rápida del tejido de las articulaciones, lo que puede provocar la discapacidad del paciente o incluso la muerte (por infección, insuficiencia hepática o insuficiencia respiratoria).