El síndrome de vómitos cíclicos puede ocurrir en una persona de cualquier edad, pero con mayor frecuencia este problema se observa en niños de entre 3 y 7 años. Las mujeres tienen un poco más de probabilidad de padecer la enfermedad. Se desconoce la prevalencia exacta del síndrome de vómitos cíclicos y, según las estadísticas disponibles, se estima que complica la vida de 3 de cada 100.000 niños.
El síndrome de vómitos cíclicos, cuando los vómitos (junto con otras dolencias) ocurren periódicamente, puede ser una gran preocupación para los padres, porque esta unidad se encuentra con mayor frecuencia en los niños. El síndrome de vómitos cíclicos es una especie de problema interesante, ya que no se conoce ni su etiopatogenia exacta ni un método de tratamiento específico para esta enfermedad.
Síndrome de vómitos cíclicos: causas
Los factores responsables de la aparición del síndrome de vómitos cíclicos no se han establecido hasta la fecha; se desconoce la etiología del trastorno. Sin embargo, existe cierta sospecha sobre el papel de los trastornos genéticos en la patogenia del síndrome, ya que se observa que ocurre con mayor frecuencia en los hijos de madres que padecen migrañas. También se produce una dependencia algo similar entre los propios niños: en aquellos que experimentan migrañas, el síndrome de vómitos cíclicos se produce con mayor frecuencia.
Existen determinadas situaciones que pueden provocar un episodio de síndrome de vómitos cíclicos, que incluyen:
- experimentar emociones fuertes (tanto positivas como negativas)
- infecciones (por ejemplo, faringitis u otitis media)
- período de sangrado menstrual
- conducta alimentaria inapropiada (como comer en exceso, comer grandes cantidades de comida inmediatamente antes de irse a la cama o pasar muchas horas entre comidas)
- insomnio
- cinetosis
- esfuerzo físico significativo
- fatiga
- comer ciertos alimentos (como chocolate o queso)
- beber bebidas con cafeína
Síndrome de vómitos cíclicos: síntomas
Como sugiere el nombre, el vómito es el síntoma principal en pacientes con síndrome de vómito cíclico. Sin embargo, aparecen otras dolencias en el cuadro clínico y el curso del síndrome se puede dividir en varias fases.
Durante la fase prodrómica (predictiva), los pacientes pueden ser conscientes de que se avecina otro episodio de vómitos. Pueden sentir náuseas, experimentar sudoración extrema y ponerse muy pálidos. Estos síntomas duran desde varios minutos hasta varias horas, seguidos de un episodio de vómitos. En un número importante de pacientes, estos episodios comienzan durante la noche o la mañana. Los vómitos que se producen en el curso del síndrome pueden ser muy graves: los pacientes pueden vomitar 5-6 o más veces por hora. Los vómitos pueden ir acompañados de otros síntomas como:
- dolor de estómago
- mareo
- Diarrea
- fiebre
- Dolor de cabeza
- sensibilidad a la luz y los sonidos
- palidez considerable
- salivación
La duración de un episodio de vómitos en el curso del síndrome de vómitos cíclicos puede ser de varias horas, pero incluso de varios días. Después de la fase de vómitos, hay una fase de recuperación, durante la cual las quejas de los pacientes desaparecen gradualmente o de forma inmediata y completa. Un rasgo característico del síndrome de vómitos cíclicos es que entre episodios de esta enfermedad el estado general del paciente es bueno y no se presentan síntomas como náuseas y vómitos.
Síndrome de vómitos cíclicos: diagnóstico
El diagnóstico del síndrome de vómitos cíclicos se realiza excluyendo cualquier otra causa potencial de los síntomas del paciente. En esta situación, se pueden realizar varias pruebas diferentes antes del diagnóstico del síndrome, que incluyen:
- exámenes del tracto digestivo (como, por ejemplo, evaluación del tránsito gastrointestinal y exámenes endoscópicos del estómago o los intestinos; se utilizan para excluir la presencia de, por ejemplo, algún obstáculo en el tracto digestivo, que podría causar vómitos)
- ecografía abdominal (para excluir, por ejemplo, cálculos en la vesícula biliar)
- análisis de sangre (para descartar, por ejemplo, trastornos hormonales como una glándula tiroides hipoactiva)
- pruebas de diagnóstico por imágenes (por ejemplo, resonancia magnética de la cabeza, que se puede realizar para descartar un tumor en el sistema nervioso central)
Solo cuando se excluyen otras posibles causas de los síntomas del paciente, es posible considerar el diagnóstico de síndrome de vómitos cíclicos. Se deben tener en cuenta criterios especializados para este síndrome, incluyendo los siguientes aspectos:
- Los episodios de vómitos son similares cada vez: están precedidos por dolencias similares, su duración es generalmente constante, son provocados cada vez por factores similares.
- tener un total de 5 episodios similares de vómitos o tres en los últimos seis meses
- durante un episodio, el paciente vomita más de 4 veces en una hora
- entre episodios el estado general del paciente es bueno
Síndrome de vómitos cíclicos: tratamiento
Así como se desconocen las causas del síndrome de vómitos cíclicos, también se desconoce el tratamiento para este individuo. Sin embargo, los pacientes no se quedan solos; se les pueden ofrecer varios medicamentos que, con diferente eficacia, alivian los síntomas asociados con los episodios de este individuo. Los medicamentos utilizados en el síndrome de vómitos cíclicos incluyen:
- antieméticos (como ondansetrón)
- preparaciones para aliviar el dolor (por ejemplo, ibuprofeno)
- agentes que reducen la producción de ácido clorhídrico (por ejemplo, inhibidores de la bomba de protones como omeprazol)
- preparaciones típicamente utilizadas en las migrañas, pertenecientes al grupo de los triptanos
Los pacientes con síndrome de vómitos cíclicos reaccionan de manera diferente a estos agentes, por lo que no existen recomendaciones universales sobre cómo deben tratarse dichos pacientes. Por este motivo, se intenta combinar diferentes fármacos hasta encontrar una combinación que alivie de forma más eficaz los síntomas del paciente. Los medicamentos enumerados anteriormente se utilizan tanto en la profilaxis de los episodios de vómitos como durante su aparición, para acortar la duración de los síntomas en el paciente.
Debe recordarse que los vómitos (especialmente cuando son intensos) pueden provocar deshidratación, así como alteraciones peligrosas de los electrolitos. Por esta razón, puede ser necesario hospitalizar a un paciente que sufre un ataque de vómitos y administrarle líquidos y medicamentos por vía intravenosa para estabilizar su condición.
Síndrome de vómitos cíclicos: pronóstico
El síndrome de vómitos cíclicos es un problema que afecta principalmente a la población pediátrica. En una proporción significativa de pacientes, con su transición a la edad adulta, los síntomas desaparecen, sin embargo, sucede que los síntomas del síndrome de vómitos cíclicos también persisten en la edad adulta.
Los intentos de tratar el síndrome de vómitos cíclicos son muy importantes porque el problema puede provocar una serie de complicaciones. Los ejemplos incluyen daño al esófago y los dientes, gastritis y gastroparesia (un trastorno del vaciamiento gástrico).
Síndrome de vómitos cíclicos: prevención
Los pacientes diagnosticados con síndrome de vómitos cíclicos pueden reducir ellos mismos el riesgo de nuevos episodios de la enfermedad. Con este fin, deberían:
- cuidar la cantidad adecuada de sueño
- Evite cualquier alimento que sospeche que está asociado con la aparición de episodios de vómitos.
- comer regularmente
- en caso de cualquier infección, consulte a un médico rápidamente y comience el tratamiento
- evitar el estrés y la excitación emocional significativa