La traqueítis acompaña con mayor frecuencia a la inflamación de la laringe ubicada más arriba en el tracto respiratorio. A menudo, los bronquios debajo de la tráquea también están involucrados en la inflamación. En consecuencia, con la traqueítis, la capacidad de respirar está muy limitada. Tanto es así que en ocasiones puede ser necesaria la intubación e incluso la traqueotomía. ¿Cuáles son las causas y los síntomas de la traqueítis? ¿Cómo va el tratamiento?
La traqueítis es una inflamación de la parte media de las vías respiratorias que comienza con la laringe (la tráquea es su extensión) y termina con la bifurcación de los bronquios. Debido a esta ubicación, la traqueítis rara vez ocurre por sí sola; la mayoría de las veces acompaña a la inflamación de la laringe. Los bronquios suelen verse afectados por la enfermedad.
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Traqueítis - causas
Los virus más comunes responsables de la inflamación aguda de la tráquea (generalmente virus de influenza, virus de parainfluenza, VSR, adenovirus, rinovirus).
Las causas menos comunes de la enfermedad son las bacterias atípicas. La traqueítis bacteriana generalmente sigue a una infección del tracto respiratorio superior y los niños pequeños tienen mayor riesgo de desarrollar la enfermedad.
Existen formas agudas y crónicas de traqueítis.
En ambos casos, los patógenos se transmiten por gotitas: cuando el paciente habla, tose o estornuda mientras expulsa gotitas de saliva junto con el virus.
La traqueítis crónica, por otro lado, puede ser el resultado de una exposición prolongada al humo del tabaco, que irrita el revestimiento de la tráquea. Además, puede acompañar a otras enfermedades respiratorias crónicas, como, por ejemplo, laringitis crónica o bronquitis.
Traqueítis - síntomas
Traqueítis aguda
- tos
- seco
- cansado y persistente
- descrito como ladridos o retumbar
- puede estar húmedo en una etapa posterior de la enfermedad
- sibilancias (se escuchan sibilancias al respirar)
- dolor de garganta, generalmente con sensación de picazón
La traqueítis es común en niños pequeños y personas que fuman
- dificultad para respirar o incluso falta de aire (puede aparecer cianosis cuando es grave)
- dolor detrás del esternón y en el cuello, que aumenta al toser y respirar profundamente
- fiebre baja o fiebre
- debilidad, cansancio
Si la traqueítis es causada por una infección del tracto respiratorio superior, pueden aparecer primero síntomas como tos, secreción nasal o fiebre leve. Solo después de 2-5 días aparecen los síntomas de traqueítis.
Los síntomas de la inflamación crónica de la tráquea son menos graves, pero predomina la tos seca.
Traqueítis - diagnóstico
El médico puede tomar un hisopo de la garganta (para determinar qué patógenos son responsables del desarrollo de la enfermedad), solicitar una radiografía de la tráquea y el tórax (para excluir, por ejemplo, neumonía) y medir la saturación de la sangre con oxígeno.
Traqueítis - tratamiento
Si las bacterias son la causa de la enfermedad, se deben usar antibióticos. Sin embargo, en la mayoría de los casos, los virus son responsables de la inflamación de la tráquea, por lo que se utiliza un tratamiento sintomático: medicamentos que alivian el dolor de garganta y reducen la fiebre (paracetamol, ibuprofeno), así como medicamentos que diluyen la secreción y facilitan su expectoración.
También es importante hidratar el tracto respiratorio; las inhalaciones, por ejemplo, con aceites esenciales, pueden ser útiles. La inhalación de vapor de agua enriquecida con eucalipto o aceite de árbol de té ayudará a diluir las secreciones y facilitará así la respiración.
También debe cuidar la humedad del aire en la habitación donde se encuentra el paciente. Es aconsejable utilizar humidificadores de aire o poner toallas húmedas en los radiadores y beber abundante líquido.
Además, es mejor no exponer la tráquea a irritantes respiratorios como, por ejemplo, el humo del cigarrillo.
En caso de disnea grave, el médico puede decidir administrar glucocorticosteroides e incluso adrenalina al paciente. En casos extremos, se realiza una intubación, es decir, se inserta un tubo de respiración a través de la boca o la nariz hasta la laringe. Como último recurso, se realiza una traqueotomía: se corta la tráquea y se inserta un tubo en ella, que proporciona suministro de aire a los pulmones.
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