El polihidramnios es una situación en la que hay una sobreproducción de líquido amniótico. Con mucha más frecuencia, el polihidramnios se presenta en embarazos gemelares, mujeres que padecen diabetes o en el curso de una forma grave de conflicto serológico. ¿Cuáles son las causas y los síntomas del polihidramnios? ¿Cómo va el tratamiento?
El polihidramnios (demasiado líquido amniótico) se asocia con la posibilidad de una serie de complicaciones, especialmente en el período perinatal. Los ejemplos incluyen el prolapso del cordón umbilical o la inserción incorrecta de la cabeza fetal. El síntoma más característico del polihidramnios es que el tamaño abdominal no es lo suficientemente grande para la edad gestacional. El movimiento fetal excesivo hace que sea difícil escuchar su pulso.
¿Qué es el líquido amniótico?
El líquido amniótico (líquido amniótico) está compuesto por una mezcla de los líquidos corporales de la madre y del feto en desarrollo. Contiene elementos de células amnióticas, proteínas, grasas y enzimas activas. Se ha estimado que la reposición completa del líquido amniótico se produce en dos horas. El propio mecanismo de formación del fluido no se conoce por completo. Es importante que se mantenga el pH óptimo para la absorción, en el rango de 8,4 a 8,9. El volumen de líquido amniótico varía con la edad gestacional. El mayor volumen está a 30-36 t.c. y luego disminuye gradualmente, alcanzando el volumen de 800 ml en el período perinatal. El agua fetal es fundamental para el correcto desarrollo del feto. Garantizan el entorno óptimo para la madurez del sistema respiratorio. Amortizan perfectamente al feto frente a estímulos externos y le proporcionan libertad de movimiento. Además, intervienen en el transporte e intercambio de nutrientes.
¿Cuándo es patológico el volumen de líquido amniótico?
Se considera que el volumen fisiológico de líquido es aquel que no supera los 2000 ml en el tercer trimestre del embarazo. Cualquier valor mayor se denomina polihidramnios. Se asocia con una absorción y producción de líquido amniótico perturbadas. En muchos casos, el polihidramnios no es una condición aislada sino que coexiste con malformaciones fetales. La mayoría de las veces se trata de anomalías relacionadas con el sistema digestivo, por ejemplo, atresia esofágica. Otros factores que influyen en el aumento del volumen de líquido amniótico por parte del feto incluyen defectos en otros sistemas, p. aparato genitourinario y, por el lado materno, enfermedades metabólicas como la diabetes. El polihidramnios también se observa en conflictos serológicos graves, cuando el cuerpo de la madre reacciona a los antígenos extraños que circulan en el torrente sanguíneo.
Los síntomas del polihidramnios
El volumen creciente de líquido amniótico se asocia principalmente con la sensación de dificultad para respirar y malestar en la cavidad abdominal. Además, hay una actividad contráctil excesiva del útero cuando el músculo comienza a estirarse en respuesta al polihidramnios. Todo esto puede conducir a un parto prematuro, precedido por la rotura de las membranas. El polihidramnios conlleva el riesgo de muchas patologías del período perinatal: prolapso del cordón umbilical o pequeñas partes del feto.
En el examen físico, el médico encuentra que el músculo uterino está tenso y la propia barriga de la embarazada está excesivamente arqueada y esférica, al tiempo que palpa un signo positivo de burbujeo, que es un indicador de la presencia de líquido en la cavidad abdominal. El feto es más móvil, lo que se relaciona indirectamente con las dificultades para escuchar la frecuencia cardíaca fetal.
Diagnóstico de polihidramnios
La ecografía es el examen básico que permite detectar anomalías relacionadas con el volumen de líquido amniótico. El examen de ultrasonido debe realizarse de acuerdo con reglas estrictamente definidas. Para estimar con precisión el volumen de líquido amniótico, el útero debe dividirse en cuatro cuadrantes, y dentro de cada cuadrante, hay lugares desprovistos de cordón umbilical y pequeñas partes del feto. Estos son los llamados bolsillos de líquido, y el valor final es la suma de los cuatro. Un obstetra experimentado no siempre usa el algoritmo anterior y, a menudo, después de la primera aplicación de la cabeza, puede determinar si el volumen de líquido amniótico es correcto. La evaluación precisa y objetiva en forma de determinar el valor de AIF es útil para monitorear la patología discutida.
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Terapia de polihidramnios
La terapia del volumen excesivo de líquido amniótico depende de la causa del aumento de la producción de líquido amniótico. Desafortunadamente, en muchos casos no es posible establecer el agente causal, lo que dificulta el tratamiento. La forma de tratamiento disponible, la amniorreducción, se usa con mucha más frecuencia. Es un procedimiento que elimina no la fuente de polihidramnios, sino las dolencias relacionadas con el polihidramnios. La sensación de falta de aire, dolor abdominal o tensión muscular uterina significativa son solo algunas de las indicaciones para el procedimiento de amniorreducción. Es un procedimiento que consiste en perforar la pared abdominal de una mujer embarazada bajo guía ecográfica (para localizar el feto y la placenta) con una aguja de punción y descomprimir el exceso de líquido amniótico. El procedimiento de amniocentesis se asocia a una mejora a corto plazo del estado clínico del paciente y la resolución de dolencias desagradables, aunque en muchos casos se observa un aumento repetido del volumen de líquido amniótico.
El pronóstico de los embarazos complicados por polihidramnios depende realmente de la causa del aumento de líquido amniótico. Se pueden eliminar algunos factores causales. Desafortunadamente, debido al estiramiento excesivo del músculo uterino, a menudo nos enfrentamos a un parto prematuro. Por otro lado, la contracción rápida del útero después del parto conlleva el riesgo de una hemorragia importante, que es una afección potencialmente mortal. Además de las posibles complicaciones maternas, el porcentaje de mortalidad perinatal aumenta en presencia de polihidramnios.