Soy un estudiante de veinte años y mi problema me está pasando factura cada vez más. Cada discurso, cada presentación se reduce al estrés, lo que probablemente empeora aún más la situación. Cuando entré en la adolescencia, tuve un problema con la pronunciación. Sin embargo, no fue tan molesto al principio, pero después de dos años el problema ha comenzado a crecer rápidamente. Hablando principalmente, no es que no sepa qué decir, es solo que mis labios me están fallando. En lugar de palabras, hay un galimatías que solo hace reír a mis amigos y les pide que lo repitan mucho más lentamente. No sé de qué depende, prefiero eliminar el estrés por el hecho de que me pasa no solo durante los discursos públicos, sino también con amigos o con un novio. Empieza a molestarme cada vez más y empiezo a preguntarme dónde está progresando el problema. Estoy bastante seguro de que no lo he tenido desde que era un niño, cuando hablo con mi madre, ella dice que nunca vio algo así en mi infancia. Además, siento que ceceo un poco. A veces también cambio las letras de una palabra. No tengo este problema con la escritura o la lectura, solo con la pronunciación. ¿Podría esto indicar el comienzo de alguna enfermedad?
Ciertamente no está enfermo, así que cálmate. Todos los problemas que describe son nerviosos y estresantes. La tensión que surge en tales situaciones puede ocasionar alteraciones en el trabajo de los músculos respiratorios y articulatorios, de ahí el problema de fluidez y pronunciación. Cuanto mayores somos, menor puede ser nuestra resistencia al estrés, por lo que los trastornos empeoran. Definitivamente vale la pena consultar esta situación con un logopeda, él te daría ejercicios para ayudarte a lidiar con los discursos. Adicionalmente, es necesario hablar con un psicólogo, el cual daría un diagnóstico y la posibilidad de eliminar la causa de todas estas dolencias.
Recuerde que la respuesta de nuestro experto es informativa y no sustituirá una visita al médico.
Katarzyna BąkowiczEspecialista en el campo de la comunicación mediática. Realiza terapia individual con adultos y niños, talleres de trabajo con el cuerpo, la voz y la respiración, formación para empresas.