La escala NYHA es una sencilla herramienta para clasificar a los pacientes con insuficiencia cardíaca en función de la gravedad de sus quejas y cómo afectan el grado de restricción de la actividad diaria, fue introducida por la New York Heart Association y sus orígenes se remontan a 1902.
La escala NYHA, que le permite evaluar la gravedad de la insuficiencia cardíaca, es fácil de usar, lo que hace que sea ampliamente utilizada por médicos de todo el mundo.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que la escala NYHA proviene de una época en la que la medicina no contaba con medidas de gravedad de la enfermedad como la ecocardiografía.
Sus limitaciones se deben a que se basa en síntomas subjetivos informados por el paciente. Por lo tanto, el valor de la escala de la NYHA se basa en un historial médico cuidadosamente recopilado.
A pesar de ello, la clasificación de la gravedad de los síntomas permite, entre otras cosas, monitorear y evaluar la progresión de la enfermedad. También tiene su lugar en los algoritmos de tratamiento de la insuficiencia cardíaca.
La insuficiencia cardíaca es un grupo de síntomas clínicos que resultan del deterioro de la función de la bomba del corazón. Debido a daños estructurales o trastornos funcionales, el corazón no puede suministrar sangre de manera eficiente a los tejidos.
La insuficiencia cardíaca se puede clasificar según varios criterios. Distinguimos entre insuficiencia cardíaca aguda y crónica (aquí se utiliza la escala NYHA). Este último, a su vez, puede ocurrir como insuficiencia cardíaca sistólica (con fracción de eyección reducida), diastólica (con fracción de eyección conservada) o insuficiencia cardíaca con fracción de eyección moderadamente reducida.
Los principales síntomas de la insuficiencia cardíaca incluyen:
- dificultad para respirar (ejercicio, pero también en reposo, que empeora principalmente al estar acostado)
- tos
- disminución de la tolerancia al ejercicio
- mareo
- desmayo
- palpitaciones
- hinchazón
La escala NYHA consta de 4 grados
- Clase I: sin restricciones; la actividad física ordinaria no causa fatiga, dificultad para respirar, palpitaciones
- Clase II: hay una pequeña limitación; la actividad física normal puede causar fatiga, dificultad para respirar, palpitaciones; las quejas no ocurren en reposo
- Clase III: limitante significativamente; menos actividad física que antes causa malestar; no ocurren en reposo
- Clase IV: los síntomas de insuficiencia cardíaca ocurren en reposo; cualquier actividad física causa malestar
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