El cartílago que rodea la cabeza del hueso es esencial para que la articulación soporte todas las tensiones. La naturaleza lo programó como un amortiguador de agua.
El cartílago absorbe el agua, se "hincha" y la presión exprime esta agua. Funciona en todas las articulaciones, pero el cartílago que rodea las cabezas del fémur y la tibia de la rodilla está expuesto a la mayor tensión. Desafortunadamente, en el caso de colisiones y patadas laterales, el cartílago de la rodilla no puede soportar estas cargas.
Además, cuando permanecemos inmóviles durante mucho tiempo y el cartílago "no funciona", pierde su eficacia. No solo porque no se llena de líquido. El cartílago de una articulación inmóvil simplemente muere de hambre. Este tejido no recibe sangre y toma nutrientes del líquido sinovial por difusión.
Si se interrumpe la ingesta de agua y alimentos, el cartílago comienza a deteriorarse. El médico evalúa el grado de daño sobre la base de una imagen de rayos X ordinaria y una carga articular.
A veces es necesario realizar una resonancia magnética y una artroscopia, que es el examen más preciso, porque el médico no solo mira el cartílago, sino que puede tocarlo.
Los cuatro grados de daño del cartílago:
- Tiene la superficie correcta pero es demasiado blanda.
- La capa superficial de cartílago se daña, pierde su tersura y parece ante.
- Las fracturas de cartílago son profundas pero no se extienden al hueso.
- Hay áreas de hueso que no están cubiertas por cartílago.
¿Cómo proteger el cartílago de daños permanentes?
En los dos primeros casos, basta con reducir el peso corporal, modificar la ejecución de los movimientos y aumentar la actividad física, así como aplicar rehabilitación para proteger el cartílago de un daño mayor. A veces se usa terapia con medicamentos.
¿Cómo regenerar el cartílago articular dañado?
En el tercer y cuarto caso, el daño es significativo y el cartílago no puede regenerarse por sí solo. La articulación duele, hace clic, se dispara, se hincha. Sin embargo, la medicina ya puede recrear ese cartílago dañado. Todo gracias al descubrimiento de las células madre y sus contrapartes en los tejidos individuales y en la sangre, células pluripotentes, ya investigar los mecanismos de su uso en los procesos de regeneración. De esta forma, el cartílago dañado se puede recrear en diferentes articulaciones.
Un método más antiguo de reconstrucción del cartílago consiste en realizar una incisión que hace que la sangre fluya hacia la articulación. Las células de potencial múltiple forman una cicatriz que recrea el cartílago.
Reconstrucción con condrocitos cultivados in vitro
Un método más nuevo consiste en recolectar células especiales del cartílago sano del paciente: los condrocitos. Por lo tanto, se recolecta una pieza de cartílago intacta y se aíslan condrocitos de ella en el laboratorio. Luego hay que criarlos in vitro para que haya suficientes. La cantidad depende del tamaño del cartílago que necesita reemplazar. Las células cultivadas se rellenan con una membrana de colágeno biotecnológico y se pegan con pegamento tisular en lugar del defecto del cartílago. El procedimiento se realiza artroscópicamente. Un año después del procedimiento, el cartílago se regenera lo suficiente como para permitirle hacer ejercicio con normalidad.