El cáncer de endometrio, o cáncer de endometrio, es un tumor maligno del sistema reproductor femenino. El pronóstico del cáncer de endometrio depende del estadio del tumor en el momento del diagnóstico. Saber cuáles son los síntomas de este cáncer puede permitirle solicitar las pruebas lo suficientemente temprano y aumentar las posibilidades de una recuperación completa. Compruebe cuáles son las causas del desarrollo del cáncer de endometrio, qué síntomas pueden ser su primer signo y el proceso paso a paso de diagnóstico y tratamiento.
Tabla de contenido
- ¿Cómo se desarrolla el cáncer de endometrio?
- Cáncer de endometrio: factores de riesgo
- Prevención del cáncer de endometrio
- Cáncer de endometrio: síntomas
- Cáncer de endometrio - diagnóstico
- Métodos de tratamiento del cáncer de endometrio
Cáncer de endometrio, es decir, cáncer de la mucosa uterina (latín carcinoma de endometrio, cáncer de endometrio) se diagnostica con mayor frecuencia en mujeres en el período perimenopáusico, es decir, entre 55 y 64 años, así como en mujeres mayores de 70 años. En Polonia, la frecuencia de su aparición se estima en alrededor del 7 por ciento. El mayor riesgo de desarrollar este cáncer se refiere a las mujeres posmenopáusicas. Se sabe que existen varios tipos de factores que contribuyen al desarrollo del cáncer de endometrio. Entre ellos, los factores hormonales y de estilo de vida parecen tener la mayor influencia. El papel de este último está demostrado por el hecho de que hasta el 50-70% de los pacientes que padecen cáncer de endometrio son obesos al mismo tiempo.
¿Cómo se desarrolla el cáncer de endometrio?
El endometrio es el revestimiento del revestimiento del útero. Su estructura y funcionamiento están sujetos a regulación hormonal. Los cambios en la concentración de hormonas sexuales, que acompañan a las fases posteriores del ciclo menstrual, provocan la reconstrucción continua del endometrio y su exfoliación mensual.
El cáncer de endometrio es el resultado del crecimiento descontrolado de células cancerosas. Estas células son resistentes a los mecanismos de control biológico. Pueden multiplicarse rápidamente e infiltrarse en los tejidos circundantes. En etapas más avanzadas, el cáncer de endometrio se puede diseminar a otros órganos a través de los vasos linfáticos. La proliferación de células endometriales es estimulada por las hormonas sexuales femeninas: los estrógenos. Por esta razón, el cáncer de endometrio pertenece al grupo de los llamados cánceres dependientes de hormonas. Su desarrollo está estrechamente relacionado con la economía de estrógenos del cuerpo de una mujer. El riesgo de cáncer de endometrio aumenta con la edad, mientras que la incidencia máxima se produce en mujeres alrededor de los 60 años.
Cáncer de endometrio: factores de riesgo
¿Qué mujeres tienen mayor riesgo de desarrollar cáncer de endometrio? Muchos años de investigación científica y la experiencia de los médicos han permitido identificar varios grupos de factores que contribuyen al desarrollo de este cáncer.
Los más importantes parecen ser los cambios en el equilibrio hormonal del cuerpo. Su correcto funcionamiento se basa en mantener un equilibrio entre dos grupos de hormonas sexuales: los estrógenos y los gestágenos (principalmente progesterona). El cáncer de endometrio se desarrolla cuando la actividad de los estrógenos aumenta y no se compensa con la progesterona. Los estrógenos estimulan constantemente el crecimiento de la mucosa uterina, lo que conlleva el riesgo de una división celular anormal y cambios en la estructura celular. Estos fenómenos constituyen el núcleo del proceso neoplásico.
¿En qué situaciones pueden ser tan ventajosos los estrógenos? Una de las causas más comunes es la obesidad. El exceso de grasa no solo es kilogramos innecesarios, sino también tejido activo, que muestra actividad hormonal. Las células grasas participan en el metabolismo de los estrógenos, aumentando su concentración en la sangre. Las enfermedades que coexisten con la obesidad, que también aumentan el riesgo de desarrollar cáncer de endometrio, incluyen:
- resistencia a la insulina
- diabetes
- hipertensión
El exceso de estrógeno también puede acompañar a otros trastornos hormonales. Un ejemplo es el síndrome de ovario poliquístico (SOP).
También vale la pena recordar que los estrógenos a veces se usan como medicamentos, incluida la anticoncepción oral o como terapia de reemplazo hormonal en mujeres posmenopáusicas. Actualmente, la mayoría de estos preparados también contienen gestágenos, cuya función es equilibrar los efectos de los estrógenos y reducir el riesgo de provocar cáncer de endometrio. Las píldoras anticonceptivas combinadas tienen un efecto protector contra el desarrollo de este cáncer.
Otras condiciones que pueden ser un factor de riesgo para el desarrollo de cáncer de endometrio incluyen la edad temprana de la menstruación temprana y la edad tardía de la menopausia. Ambos están asociados con la prolongación de la producción de estrógenos por parte de los ovarios activos. El aumento del riesgo también se aplica a aquellas pacientes que nunca han estado embarazadas.
Por último, cabe mencionar los factores genéticos que también pueden influir en el desarrollo del cáncer de endometrio. Estamos hablando principalmente de enfermedades genéticas raras asociadas con un mayor riesgo de desarrollar varios tipos de cáncer. Un ejemplo de tal enfermedad es el síndrome de Lynch. Es cierto que esta enfermedad suele ir acompañada de cáncer colorrectal, pero también es probable que desarrolle cáncer de endometrio, cáncer de ovario y otros cánceres del tracto gastrointestinal.
Prevención del cáncer de endometrio
Dado que ya conocemos los factores asociados al aumento del riesgo de desarrollar cáncer de endometrio, también conviene mencionar aquellos que pueden ayudar a evitarlo.
Un estilo de vida saludable es extremadamente importante en la prevención del cáncer de endometrio: mantener un IMC adecuado (según la OMS, los valores correctos están en el rango de 18.5-24.99), actividad física regular y adherencia a los principios de una alimentación saludable.
El riesgo reducido de desarrollar la enfermedad también se aplica a los pacientes que toman píldoras anticonceptivas combinadas (estrógeno-gestágeno). Un factor de protección adicional es tener hijos.
Otro tema relacionado con la prevención del cáncer de endometrio son los exámenes preventivos. Para este cáncer, no se llevan a cabo programas de detección basados en la población (como la prueba de Papanicolaou en el cáncer de cuello uterino). Estas pruebas se recomiendan solo para pacientes de los grupos con mayor riesgo de desarrollar la enfermedad (obesidad, SOP, síndrome de Lynch, etc.).
Sin embargo, definitivamente vale la pena conocer los síntomas más comunes del cáncer de endometrio (ver más abajo). Los controles ginecológicos periódicos son igualmente importantes para evaluar el estado de la mucosa uterina e identificar cualquier cambio sospechoso de manera temprana.
Cáncer de endometrio: síntomas
Una característica importante del cáncer de endometrio es el hecho de que se vuelve sintomático con relativa rapidez. El primer síntoma y el más importante del cáncer de endometrio es el sangrado vaginal anormal.Suelen aparecer en las primeras etapas del desarrollo de la enfermedad. Dado que afecta con mayor frecuencia a mujeres posmenopáusicas, cualquier sangrado vaginal en una mujer que ya ha dejado de menstruar debe ser motivo de consulta médica inmediata. En el caso de pacientes más jóvenes, el sangrado intermenstrual es un síntoma alarmante. Los síntomas restantes del cáncer de endometrio no son específicos y pueden acompañar a muchas otras afecciones. Estos incluyen secreción, dolor abdominal bajo y debilidad general.
Etapas del cáncer de endometrio. Clasificación FIGO
La estadificación del cáncer de endometrio es muy importante para elegir un método de tratamiento. El cáncer de endometrio puede surgir de las llamadas afecciones precancerosas, que incluyen hiperplasia endometrial compleja atípica. Es una condición en la que las células endometriales ya no están bajo el control del cuerpo y se multiplican excesivamente, mientras se someten a remodelación neoplásica. En esta etapa, sin embargo, aún no tienen la capacidad de infiltrarse en tejidos o formar metástasis.
La hiperplasia atípica compleja puede ser o no un precursor del cáncer de endometrio. En muchos casos, la enfermedad neoplásica se desarrolla sobre la base de tejido completamente sano. La clasificación internacional FIGO se utiliza para describir la estadificación del cáncer de endometrio. Las etapas de la enfermedad cada vez más altas en esta clasificación significan un peor pronóstico y una menor probabilidad de recuperación completa.
La clasificación FIGO tiene en cuenta las siguientes etapas del cáncer de endometrio:
- IA: neoplasia limitada al cuerpo uterino, que infiltra <50% del grosor de la capa muscular
- IB: cáncer confinado solo al cuerpo uterino, que infiltra> 50% del grosor de la capa muscular
- II - el tumor se ha diseminado al cuello uterino y al tejido conectivo circundante, pero no se extiende más allá del útero
- III A - neoplasia que afecta la membrana serosa o apéndices (ovarios, trompas de Falopio)
- III B - neoplasia que afecta la vagina o el tejido parietal
- III C1: un tumor que afecta los ganglios linfáticos pélvicos
- III C2 - neoplasia que afecta a los ganglios linfáticos peraórticos
- IV A: neoplasia que infiltra la mucosa rectal o vesical
- IV B: un tumor que afecta los ganglios linfáticos inguinales o forma metástasis a distancia
Una clasificación adicional que utilizan los médicos para describir el avance del cáncer de endometrio es la escala TNM. Esta clasificación es una herramienta universal que también se utiliza para otros cánceres (por ejemplo, cáncer de pulmón o cáncer colorrectal). Su nombre es una abreviatura de los tres parámetros más importantes que se deben considerar al describir una enfermedad neoplásica:
- T (tumor): el tamaño del tumor
- N (ganglios): presencia de metástasis en los ganglios linfáticos
- M (metástasis): la presencia de metástasis en órganos distantes.
Cáncer de endometrio - diagnóstico
El diagnóstico de cáncer de endometrio se basa en varios tipos de pruebas. Por lo general, comienza con un historial médico detallado y un examen ginecológico. En algunos casos, un tumor maligno en la parte inferior del abdomen se puede palpar en un examen físico. También es muy importante examinar los ganglios linfáticos en busca de signos de posible metástasis.
Uno de los métodos mucho más precisos para evaluar el endometrio es la ecografía (USG), que se realiza con una sonda transvaginal especial. En este examen, el médico mide el grosor del endometrio y también busca cambios en su estructura.
El grosor normal del endometrio en mujeres posmenopáusicas no debe exceder los 5 mm. Si el endometrio está engrosado o son visibles otras anomalías, puede ser necesaria una evaluación histopatológica. Su propósito es recolectar fragmentos de endometrio y su evaluación microscópica.
El material para el examen histopatológico se puede obtener de dos formas. El primero es el legrado de la cavidad uterina, es decir raspados con herramientas quirúrgicas especiales. Todos los tejidos obtenidos se envían luego para evaluación histopatológica. Vale la pena señalar que el endometrio tiene un gran potencial de renovación y cicatriza espontáneamente dentro de los 5 días posteriores al tratamiento de legrado.
Otra forma de obtener una muestra de endometrio es una biopsia de endometrio, es decir, una colección dirigida con una aguja especial. Por lo general, se realiza una biopsia durante una histeroscopia para obtener una biopsia de un sitio endometrial específico. La histeroscopia implica la inserción de un espéculo con una cámara en la cavidad uterina. Además de controlar el sitio de toma de la muestra, la cámara web permite una evaluación más precisa del aspecto del endometrio en comparación con la ecografía.
Si se diagnostica cáncer de endometrio, se realizan pruebas de imagen adicionales para evaluar su estadio y la presencia de metástasis a distancia (por ejemplo, tomografía computarizada abdominal y torácica).
Métodos de tratamiento del cáncer de endometrio
El tratamiento del cáncer de endometrio se selecciona individualmente para cada paciente. El método más importante es la cirugía para extirpar el tumor, aunque no siempre es posible (por ejemplo, en pacientes ancianos que no pueden someterse a anestesia general).
Sin embargo, si no hay contraindicaciones para la operación, se realiza una histerectomía, es decir, la extirpación del útero. En la gran mayoría de los casos, los apéndices (ovarios y trompas de Falopio) también se extirpan simultáneamente.
Desde un punto de vista oncológico, lo más importante es extirpar el tumor con un margen adecuado de tejido sano; da esperanza de que se hayan eliminado todas las células tumorales. Si el tumor también afecta a los ganglios linfáticos circundantes, se realiza una linfadenectomía, es decir, su extirpación.
Después de la cirugía, todos los tejidos extraídos se someten a un examen histopatológico. Su resultado determina el uso de métodos de tratamiento adicionales.
La terapia complementaria incluye quimioterapia y radioterapia, así como una combinación de ambas. Debido a la ubicación específica del cáncer de endometrio, se utiliza un tipo especial de radioterapia en su tratamiento: la braquiterapia. La esencia de la braquiterapia es colocar la fuente de radiación directamente dentro del tumor. Como resultado, es posible proteger los órganos cercanos (intestino, vejiga) contra los efectos dañinos de la radiación.
El último de los métodos complementarios de tratamiento es la terapia hormonal, que consiste en administrar derivados de progesterona. La terapia hormonal también se usa en pacientes jóvenes con cáncer de endometrio poco avanzado que desean mantener la fertilidad.
El pronóstico del cáncer de endometrio depende de su estadio. En el caso del cáncer detectado temprano y limitado solo al endometrio, la tasa de supervivencia a 5 años es superior al 90%. La presencia de metástasis en los ganglios linfáticos y en órganos distantes empeora el pronóstico. Por esta razón, es muy importante conocer los primeros síntomas del cáncer de endometrio y buscar atención médica de inmediato si los nota.
Bibliografía:
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