Una fístula vesicovaginal suele ser una complicación de los procedimientos quirúrgicos realizados en la pelvis más pequeña. Sus síntomas son molestos y desagradables y en ocasiones se confunden con incontinencia urinaria. ¿Cuáles son los síntomas de una fístula genitourinaria y cómo se trata?
Una fístula vesicovaginal se forma con mayor frecuencia como resultado de procedimientos ginecológicos, cuando se daña la pared delgada de la vejiga urinaria, ubicada anatómicamente en las proximidades de la vagina. El síntoma principal de una fístula existente es la fuga constante de orina, lo que provoca frustración y empeoramiento del bienestar de los pacientes. Su calidad de vida también disminuye. La autocuración rara vez se logra cerrando la luz de la fístula; por lo general, se requiere un procedimiento quirúrgico de varias etapas.
Fístula vesicovaginal: causas
La causa más común conocida de este tipo de defecto es la complicación de procedimientos ginecológicos en la zona de la pelvis pequeña, en países del tercer mundo la principal causa sigue siendo el parto por medios naturales.
Dividimos las fístulas en rectas, cuyo canal tiene un diámetro de menos de 5 mm, y complejas, donde el diámetro alcanza más de 25 mm.
Las cirugías ginecológicas que son candidatas a este tipo de complicación incluyen, sobre todo, la extirpación completa del útero, denominada en terminología médica como histerectomía. Los factores que aumentan adicionalmente el riesgo de esta complicación incluyen cesárea realizada previamente, radioterapia de la vejiga o focos de endometriosis. El síntoma más característico de una fístula es la secreción constante de orina de la vagina, y también se acompaña de:
- dolor abdominal
- obstrucción intestinal
- hematuria periódica.
Tipos de fístula vesicovaginal
La división de las fístulas vesicovaginales tiene en cuenta la distancia de la fístula vesicovaginal a la apertura de la uretra y así:
- tipo 1: la apertura de la fístula es de más de 3,5 cm en relación con la uretra externa
- tipo 2: la apertura de la fístula es de 2,5 a 3,5 cm en relación con la uretra externa
- tipo 3: la apertura de la fístula está a 1,5 a menos de 2,5 cm de la uretra externa
- tipo 4: la apertura de la fístula está a menos de 1,5 cm de la uretra externa
Síntomas de la fístula vesicovaginal
Los mayores problemas que enfrentan las mujeres con fístula vesicovaginal incluyen pérdida vaginal de orina, lo que causa malestar y baja autoestima. A menudo, este síntoma se malinterpreta como resultado de la incontinencia urinaria. En casos dudosos, lo más importante es la entrevista, en la que se da información sobre procedimientos ginecológicos en la historia o irradiación de la pelvis menor.
La pérdida libre de orina generalmente ocurre inmediatamente después de la cirugía, pero este síntoma puede tardar varios días en aparecer. Esto suele deberse a un hematoma formado o un infiltrado inflamatorio en las proximidades de la fístula. La pérdida de orina libre aparece solo después de que se elimina la hinchazón del tejido.
El diagnóstico de la fístula vesico-urinaria se basa principalmente en pruebas de imagen, una de las más populares es la prueba del azul de metileno, que se introduce en la vejiga y se observa la salida de orina coloreada.
Otros métodos igualmente efectivos son: cistografía de contraste. Las ecografías y las tomografías computarizadas tradicionales no son eficaces.
Tratamiento de la fístula vesicovaginal
El manejo terapéutico se limita principalmente al tratamiento quirúrgico. El alcance del procedimiento depende de la causa de la fístula, la ubicación (la proximidad cercana a los uréteres es peligrosa) y la edad del paciente.
La cirugía se realiza principalmente por vía vaginal, que es mucho menos invasiva que la vía transabdominal y deja menos cicatrices.
Recuerde que la decisión de tratar no debe demorarse. Las fístulas vesicovaginales se asocian con frecuentes infecciones íntimas, sensación de malestar y excluyen gradualmente a los pacientes de vivir en sociedad.