La hinchazón fetal no es una enfermedad específica. Es un síntoma pre-signo de una amplia gama de anomalías del desarrollo fetal, acompañado de la presencia de trasudados aislados o generalizados y / o edema de los tejidos fetales y posparto que surgen durante la vida intrauterina. ¿Cuáles son los síntomas del edema fetal? ¿Qué procedimiento y pronóstico?
Tabla de contenido
- Hinchazón fetal: causas
- Hinchazón fetal: diagnóstico
- Inflamación fetal: diagnóstico diferencial
- Inflamación fetal: manejo
La hinchazón fetal también puede ser un signo de fuga hacia una cavidad del cuerpo o hinchazón generalizada. En tal situación, se puede detectar la presencia de edema del tejido placentario y el tejido subcutáneo, así como la presencia de exudados en la cavidad peritoneal (ascitis), pleura (pleuresía) y pericardio.
La frecuencia de edema fetal se estima entre 1: 1500 y 1: 7000 nacimientos.
Vale la pena mencionar aquí que el edema fetal se diagnostica con mayor frecuencia en los centros de ecografía de referencia a los que se remiten pacientes con sospecha de anomalías del desarrollo fetal.
Hinchazón fetal: causas
La formación de inflamación de los tejidos fetales y derrames en las cavidades corporales puede deberse a varios mecanismos patológicos diferentes. Los más importantes incluyen un aumento de la presión en el sistema venoso, reducción de la síntesis o pérdida de proteínas, aumento de la permeabilidad capilar y obstrucción linfática.
Sólo entre una docena y un veinte por ciento de los fetos en los que es posible determinar la causa del edema y tratarlo eficazmente en el período prenatal tienen posibilidades de supervivencia.
El aumento de la presión venosa suele ser un síntoma de insuficiencia circulatoria que resulta de insuficiencia cardíaca fetal, malformación o insuficiencia en el curso de anemia grave o miocarditis.
Además, el aumento de la presión venosa puede ser el resultado de la presión sobre el vaso por un tumor (por ejemplo, hemangioma hepático) o la presencia de un coágulo de sangre en la vena cava inferior.
Los defectos congénitos o enfermedades del hígado y los riñones del feto conducen a una disminución de la síntesis de proteínas y su pérdida excesiva, lo que resulta en la reducción de la presión arterial oncótica y la formación de edema.
Otro patomecanismo importante es el aumento de la permeabilidad capilar, resultante de una hipoxia crónica grave, que puede ocurrir, por ejemplo, en el curso de una infección.
La obstrucción linfática, que a menudo se observa en el síndrome de Turner, puede causar hinchazón del tejido fetal por un lado y los característicos quistes linfáticos en el cuello por el otro.
Además, la hinchazón fetal puede deberse a la presencia de fugas vasculares dentro de las fístulas arteriovenosas o al síndrome de los gemelos.
En este síndrome, el feto donante tiene un desarrollo intrauterino limitado y tiene polihidramnios, mientras que el feto receptor está sobrehidratado, tiene las características de edema generalizado y polihidramnios.
Estos cambios son el resultado de la sobrecarga de volumen del feto del receptor y la presencia de insuficiencia cardíaca congestiva.
Hay muchas enfermedades que acompañan a la hinchazón fetal. Se enumeran a continuación.
1. Causas cardiovasculares
Defectos del desarrollo
- hipoplasia ventricular izquierda
- canal auriculoventricular común
- hipoplasia ventricular derecha
- defecto del tabique auricular
- defecto septal ventricular
- corazón unicameral
- transposición de grandes vasos
- la tetralogía de Fallot
- Defecto de Ebstein
- cierre prematuro del foramen oval o conducto arterioso
- tronco arterial común
- regurgitación de las válvulas pulmonares
- Fibroelastosis subendocárdica
Taquicardia
- aleteo auricular
- taquicardia auricular paroxística
- Síndrome de Wolff-Parkinson-White
- taquicardia supraventricular
Braquiarritmia
Otras arritmias
Fístulas arteriovenosas
- neuroblastoma
- teratoma sacro
- grandes hemangiomas del feto y del cordón umbilical
- corioangioma
Coágulos de sangre y oclusión de vasos.
- oclusión de la vena cava inferior, vena porta, venas femorales, venas renales
Rabdomiosarcoma del corazón
Otros cánceres de corazón
Cardiomiopatías
2. Defectos cromosómicos
Monosomía 45 X
Trisomía 13, 18, 21
Síndrome de Turner (mosaicismo 45 X0, 46 XX)
Triploidía
Otras anomalías
3. Displasias óseas
Enanismo fatal
Hipofosfatasia
Osteogénesis imperfecta
Acondrogénesis
Rigidez articular congénita
4. Embarazo múltiple
Síndrome de robo de gemelos
Un gemelo sin corazón
5. Causas hematológicas
Fuga fetal-materna
Sangrado en las cavidades corporales
Alfa talasemia
Deficiencia de glucosa-6-fosfatasa
Otros defectos enzimáticos en los glóbulos rojos
Hemofilia A.
6. Enfermedades metabólicas
Enfermedad de Gaucher
Gangliosidosis GM1
7. Infecciones
Parvovirus B19
Citomegalia
Toxoplasmosis
Sífilis
Herpes tipo 1
Rubéola
Hepatitis viral
Leptospirosis
8. Defectos pulmonares
Hernia de diafragma
Enfermedad pulmonar quística congénita
Teratoma mediastínico
Hipoplasia pulmonar
Hemangioma pulmonar
Secuestro de pulmón
Obstrucción bronquial
Quistes bronquiales
9. Defectos hepáticos
Calcificación del hígado
Fibrosis hepática
Enfermedad quística del hígado
Obstrucción biliar
Cirrosis familiar del hígado
10. Defectos del sistema urinario
Estenosis de la bobina, atresia uretral
Válvula espiral posterior
Síndrome nefrótico congénito
Equipo de ciruelas secas
Rotura espontánea de la vejiga
11. Defectos del tracto digestivo
Atresia intestinal
Torsión intestinal
Duplicación del tracto digestivo
Giro incompleto del tracto digestivo
Peritonitis por meconio
12. Causas maternas
Diabetes severa desequilibrada
Anemia severa
Hipoproteinemia
Quistes de tecaluteína
13. Causas iatrogénicas
Cierre del conducto arterial tras la administración de indometacina
Lea también: Thromalas: causas, síntomas, tratamiento Envenenamiento embarazo (gestosis): causas, síntomas y tratamiento de la RCIU, es decir, restricción del crecimiento intrauterinoHinchazón fetal: diagnóstico
La hinchazón generalizada fetal se puede diagnosticar mediante ecografía. La sensibilidad de este estudio en el diagnóstico de esta patología alcanza el 100%. Además, la mayoría de los diagnósticos se realizan durante la detección de rutina.
Las características típicas de la forma desarrollada de edema generalizado fetal incluyen:
- hiperplacentosis, es decir, un engrosamiento de la placenta, superior a 4 cm
- engrosamiento del tejido subcutáneo superior a 5 mm
- líquido en la cavidad peritoneal
- líquido en las cavidades pleurales
- líquido en la cavidad pericárdica
- polihidramnios, que ocurre en aproximadamente el 50-75% de los fetos con esta patología.
Es una de las causas básicas de los nacimientos prematuros que ocurren en casi todos los casos.
El diagnóstico de edema fetal se basa en la presencia de trasudado a dos cavidades corporales o la presencia de trasudado en una cavidad corporal e hinchazón del tejido subcutáneo.
La presencia de edema generalizado del tejido subcutáneo es un factor pronóstico.
La presencia de un trasudado aislado en la cavidad peritoneal se asocia con mayor frecuencia con anomalías del desarrollo en el tracto urinario o gastrointestinal. El pronóstico en estos casos es mejor y el manejo depende del diagnóstico de la causa raíz del edema.
El derrame pleural aislado se asocia con mayor frecuencia con las anomalías del desarrollo de los vasos linfáticos y está formado por la acumulación de linfa.
Vale la pena saber que la aparición precoz de cambios y la coexistencia de derrame pleural con otros síntomas de edema generalizado son desfavorables.
Por otro lado, el derrame unilateral y en remisión es más favorable. La presencia de líquido en las cavidades pleurales del feto con edema generalizado es de particular importancia; se asocia con el riesgo de hipoplasia pulmonar.
Finalmente, cabe agregar que un derrame pericárdico aislado puede ser el primer síntoma prodrómico de edema generalizado cardiogénico.
Inflamación fetal: diagnóstico diferencial
Los siguientes grupos de pruebas se utilizan en el diagnóstico diferencial:
- ultrasonido fetal
- pruebas bioquímicas y serológicas en la madre
- pruebas de líquido amniótico
- análisis de muestras de sangre fetal.
A pesar de tantas pruebas de diagnóstico, a menudo es imposible establecer la causa de una hinchazón fetal.
Además, debido al hecho de que prácticamente todos los fetos con hinchazón idiopática mueren intrauterino o inmediatamente después del nacimiento, es de suma importancia realizar un examen post mortem completo, que pueda orientar el manejo médico en caso de que esta patología vuelva a ocurrir en el próximo embarazo.
El examen de ultrasonido, además de evaluar la gravedad del edema, permite excluir otros defectos estructurales concurrentes.
Deben realizarse estudios completos de la anatomía fetal, con especial atención a la anatomía del corazón, los flujos sanguíneos intracardíacos y los parámetros del flujo sanguíneo vascular.
La coexistencia de edema fetal y sus defectos estructurales empeora significativamente el pronóstico.
En el caso de la presencia de edema fetal generalizado, se recomienda realizar pruebas serológicas a la gestante con el fin de excluir la presencia de anticuerpos que puedan causar enfermedad hemolítica del feto.
No se pueden olvidar otras pruebas serológicas, como VDRL (prueba de infección por sífilis), rubéola, toxoplasmosis, parvovirosis o infección por citomegalovirus.
En situaciones especiales, con edema fetal repetido en embarazos posteriores, es aconsejable realizar un análisis de histocompatibilidad HLA de los padres; una alta conformidad antigénica puede causar edema fetal generalizado.
Cuando se diagnostica edema fetal en la primera mitad del embarazo, se realizan pruebas de líquido amniótico en diagnósticos posteriores; gracias a las células que contiene, es posible evaluar el cariotipo fetal.
Además, se puede evaluar la concentración de alfa-fetoproteína en el líquido amniótico (se utiliza para evaluar la aparición de defectos estructurales en el feto), se puede cultivar y, si se sospechan defectos metabólicos, se puede analizar en busca de defectos enzimáticos.
El diagnóstico de edema fetal a las 24 semanas de gestación hace que el diagnóstico de esta patología se base en la valoración de la sangre fetal obtenida por punción del vaso fetal.
Se deben realizar las siguientes pruebas en la muestra de sangre recolectada:
- hemograma completo con frotis y plaquetas
- pruebas genéticas (cariotipo, posiblemente pruebas metabólicas)
- prueba de concentración de proteínas
- proteinograma
- evaluación de la concentración de anticuerpos IgM
- aislamiento del genoma del parvovirus por PCR
- en caso de sospecha de alfa talasemia: análisis de las cadenas de hemoglobina.
Inflamación fetal: manejo
La determinación del factor etiológico que condujo al desarrollo de edema fetal indudablemente influye en el manejo y pronóstico posteriores.
Por lo general, los fetos con ascitis aislada o derrame pleural tienen un buen pronóstico.
La hinchazón severa causada por la anemia también ofrece posibilidades de recuperación.
En tal situación, se realizan múltiples transfusiones de glóbulos rojos complementadas con solución de albúmina.
Además, los fetos con edema resultante de arritmias tienen la posibilidad de recibir tratamiento prenatal.
Sin embargo, la demostración de anomalías estructurales del corazón fetal es desfavorable.
Si no se puede determinar la causa del edema fetal, se debe considerar la interrupción en la primera mitad del embarazo.
En la segunda mitad del embarazo, se intenta la terapia prenatal.
Para ello, se utilizan transfusiones de glóbulos rojos, fármacos antiarrítmicos en presencia de trastornos del ritmo cardíaco fetal, transfusiones de albúmina o punciones de descompresión de las cavidades pleural y peritoneal fetal.
Vale la pena saber que en el caso de cambios de edema no muy avanzados, se puede considerar la interrupción más temprana del embarazo (alrededor de las 34 semanas de su duración), pero generalmente la actividad contráctil del útero ocurre en una etapa más temprana.
Debido al pronóstico en última instancia desfavorable, no es recomendable realizar una cesárea debido a la inminente asfixia intrauterina del feto.
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