Las neoplasias malignas oculares son un tipo de cáncer que rara vez se diagnostica. Sin embargo, si se diagnostican, no solo conllevan un riesgo de pérdida de la vista o del globo ocular, sino también de la vida, especialmente porque pueden hacer metástasis en otros órganos, como el cerebro. Descubra cómo reconocer los síntomas de los tumores malignos del ojo.
Las neoplasias malignas del ojo se diagnostican muy raramente. Sin embargo, si ocurren, pueden llegar a cualquier parte del ojo: nervio óptico, retina, iris, glándula lagrimal, párpado y piel alrededor de los ojos, a menudo amenazando directamente la vida del paciente.
Escuche sobre las malignidades oculares. ¿Cómo reconocer sus síntomas? Este es material del ciclo BUENO ESCUCHAR. Podcasts con consejos.Para ver este video, habilite JavaScript y considere actualizar a un navegador web que admita video
Neoplasias malignas del nervio óptico
En el nervio óptico se pueden desarrollar dos tipos de tumores malignos diagnosticados muy raramente: glioma y meningioma. Estos tipos de cambios que crecen dentro del ojo pueden atacar el nervio óptico y, en consecuencia, afectar la agudeza visual y la movilidad del ojo. Ambos tumores se caracterizan por una pérdida gradual de la visión y atrofia del nervio óptico. Más tarde, cuando el tumor se agranda, se desarrolla la propopatía. Vale la pena saber que el glioma del nervio óptico representa el 20 por ciento. Tumores orbitarios en niños. A su vez, las mujeres de mediana edad sufren con mayor frecuencia de meningioma de las vainas del nervio óptico.
Lea también: AMD son las siglas de DEGENERACIÓN DE PUNTOS AMARILLOS. Cánceres de ojos benignos: ¿cómo se reconocen sus síntomas? Retinoblastoma: causas, síntomas, tratamiento Melanoma ocular: la neoplasia maligna más común del ojoTumores malignos de los párpados
La neoplasia maligna más común de la piel de los párpados es el cáncer, que se presenta en los ancianos. En el 93 por ciento. casos, es una forma de neoplasia que es inofensiva para la vida: el carcinoma de células basales, que no hace metástasis en absoluto. ¿Cómo reconocer el cáncer de párpado? En la etapa inicial de desarrollo, aparece un bulto plano e indoloro en la piel, que no difiere en apariencia de la piel sana. A medida que avanza la enfermedad, el tumor aumenta de tamaño y se forma una costra en la parte central, que sangra cuando se intenta extirpar.
Neoplasias malignas de la órbita
El sarcoma, o neoplasia que se origina en el tejido mesenquimatoso (tejido conectivo embrionario), es la tercera neoplasia maligna más común en niños después de la neuroblastomía y el tumor de Wilms. Viene en cuatro formas: embrionaria, vesicular, de varias células y acinar. Este tipo de cáncer suele aparecer en la primera década de la vida y se presenta con exoftalmos, que a menudo se diagnostica como inflamación.
ImportanteCuidado con el melanoma maligno
El melanoma maligno es el cáncer de ojo que se diagnostica con más frecuencia. Además, este cáncer representa hasta el 20 por ciento de todos los melanomas. Es muy peligroso porque generalmente no da ningún síntoma durante mucho tiempo y generalmente se diagnostica durante una visita accidental a un oftalmólogo. El melanoma se caracteriza por la formación de un bulto de color marrón claro a oscuro (más visible en el iris azul) que crece lentamente, provocando en ocasiones distorsión de la pupila.
Retinoblastoma
El retinoblastoma es la neoplasia maligna intraocular del ojo más común en los niños. Proviene de células inmaduras de la retina, que se vuelven malignas y crecen de forma anormal en el ojo, destruyendo las estructuras restantes del globo ocular. Los miedos característicos de un tumor de retina son la leucocoria (reflejo pupilar blanco) y el estrabismo.
Tumor de la glándula lagrimal
La causa más común de tumores orbitarios en adultos es la metástasis, que suele aparecer en la mediana edad o en la vejez, más a menudo en hombres. Los síntomas del tumor de la glándula lagrimal son exoftalmia, visión doble (por la afectación de los músculos oculomotores) y agudeza visual reducida (por daño del nervio óptico).