Los tumores de la médula espinal, a medida que se propagan, ejercen presión sobre la médula espinal y provocan numerosos trastornos motores y sensoriales. Para prevenir un mayor crecimiento tumoral y, en consecuencia, cambios irreversibles en la médula espinal, es necesario un diagnóstico precoz, así como un tratamiento adecuado lo antes posible.
El tratamiento de los tumores de la médula espinal debe iniciarse lo antes posible en la enfermedad. Los tumores de la médula espinal, a medida que se propagan, ejercen presión sobre la médula espinal y conducen a su daño y, por lo tanto, a numerosos trastornos motores y sensoriales. Un diagnóstico demasiado tardío puede provocar cambios irreversibles en la columna y, en consecuencia, la discapacidad del paciente.
Tumores de la médula espinal - diagnóstico
Las pruebas que permiten obtener una imagen precisa del tumor son la radiografía de columna, la tomografía computarizada (TC), la gammagrafía y, sobre todo, la resonancia magnética (RM). Los exámenes invasivos, que se realizan en casos excepcionales, incluyen mielografía, mielografía por TC (mielo-TC), angiografía espinal y biopsia guiada por imágenes. El propósito del último examen es averiguar si el tumor de la médula espinal es maligno o benigno.
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Tumores de la médula espinal - tratamiento
Por lo general, el tratamiento quirúrgico se utiliza para extirpar completamente la lesión neoplásica. La selección de la técnica quirúrgica adecuada depende de la ubicación del tumor, el número de vértebras afectadas, el segmento de la columna, la necesidad de estabilización y el estado general del paciente. Hay 3 accesos quirúrgicos al canal espinal: acceso anterior, posterior, lateral o posterolateral.
En pacientes con una etapa avanzada de enfermedad neoplásica, donde la cirugía está contraindicada debido a la condición del paciente, la vertebroplastia es útil. Es un procedimiento que implica la inserción percutánea de cemento óseo (PMMA) en los cuerpos vertebrales mediante una jeringa con una aguja. Este tratamiento fortalece la estructura del eje y el cemento a alta temperatura destruye las células cancerosas, reduce el dolor y, en cierta medida, limita el crecimiento del tumor.
Otro procedimiento útil es la cifoplastia, que consiste en insertar un catéter en el cuerpo vertebral a través del cual se inserta un globo expansible. Su propósito es recrear la altura del cuerpo vertebral bajo presión. De esta manera, se forma una cavidad en la que se administra cemento óseo dentro del cuerpo vertebral. El procedimiento se realiza con incisiones mínimas a nivel de una vértebra determinada, bajo anestesia general o local.