La dermatitis seborreica, aunque es muy común en la cabeza, también afecta a otras partes del cuerpo. El tratamiento de la dermatitis seborreica depende del lugar donde ocurre la enfermedad.
La dermatitis seborreica afecta con mayor frecuencia a personas que padecen seborrea, es decir, actividad excesiva de las glándulas sebáceas. Se manifiesta como manchas rojas en la piel, con comezón y a menudo ardor, cubiertas de escamas grasosas de color amarillento.
La dermatitis seborreica afecta el cuero cabelludo, pero no solo a él. Aparece en la frente, alrededor de la ceja, la nariz, el pliegue nasolabial, detrás de las orejas, en el escote entre los senos y en la espalda entre los omóplatos e incluso en la ingle, es decir, donde haya grandes grupos de glándulas sebáceas. El tratamiento de la dermatitis seborreica depende de dónde se presente.
Tratamiento de la dermatitis seborreica.
Consiste en aliviar los síntomas de la inflamación y eliminar el hongo Malassezia spp., Que contribuye al desarrollo de la enfermedad. El dermatólogo prescribirá medicamentos antiinflamatorios, antibacterianos y antifúngicos.
Por lo general, es el antiinflamatorio y antifúngico ciclopiroxolamina y el antifúngico solo ketoconazol o econazol.
Si los síntomas persisten o reaparecen, es posible que deba tomar medicamentos antiinflamatorios y antifúngicos orales.
Dermatitis seborreica facial - tratamiento
Hoy en día, los fármacos de nueva generación, los inhibidores de la calcineurina (tacrolimus y primecrolimus) se utilizan cada vez más. Combaten eficazmente la inflamación y no tienen efectos secundarios, como los corticosteroides, que cuando se usan durante un tiempo prolongado provocan adelgazamiento de la piel, inflamación y alergias.
Tratamiento de la dermatitis seborreica en el cuerpo.
En la terapia se utilizan corticosteroides tópicos y fármacos antimicóticos, por ejemplo, clotrimazol, isoconazol o miconazol. Si los resultados no son satisfactorios, el médico puede recetar ciclopiroxolamina, un derivado de piridona con propiedades antifúngicas y antibacterianas.
Si la enfermedad regresa, se requiere un tratamiento oral con medicamentos antiinflamatorios y antifúngicos. En algunos casos, también se usa la radioterapia UVB o PUVA: fototerapia con psoralenos, fotosensibilizadores que aumentan la sensibilidad de la piel a los rayos ultravioleta.
También conviene tomar suplementos con ácido gamma-linolénico GLA, cuya deficiencia hace que disminuya la resistencia de la piel, y ácido linoleico, que refuerza el cemento intercelular (se encuentran en el aceite de onagra y borraja) y vitaminas B2 y PP que refuerzan las funciones de la piel.