Los tumores oculares benignos son muy fáciles de reconocer ya que generalmente se localizan en la parte externa del ojo en forma de verrugas, crecimientos o decoloración. Estos suelen ser cambios inofensivos que rara vez se vuelven malignos. Sin embargo, esto no significa que no requieran una consulta oftalmológica. Descubra cómo reconocer los síntomas de los cánceres oculares benignos.
Los cánceres oculares benignos suelen ser quistes y ateromas, que se desarrollan como resultado de secreciones estancadas de las glándulas cutáneas y verrugas, cuernos cutáneos y hemangiomas localizados alrededor del ojo o en el párpado. En la mayoría de los casos, estos cambios son completamente inofensivos, que suelen ser solo un problema estético, lo que no significa que no requieran una consulta oftalmológica.
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Tumores oculares benignos - hemangiomas
Los hemangiomas de los párpados provienen de los vasos sanguíneos o los ganglios linfáticos y se ven como bultos rojos o protuberancias planas que pueden tener un tamaño bastante grande. Suelen aparecer en los primeros años de vida, aunque muchas veces son congénitas. Los hemangiomas pueden ubicarse en diferentes lugares, en las esquinas del ojo o debajo de los párpados, o pueden crecer profundamente y ejercer presión sobre el globo ocular.
Neoplasias benignas del ojo - dérmicas
Un skimmer es una lesión indolora, generalmente deslizante, que generalmente se encuentra cerca del hueso de la frente.
Tumores benignos del ojo: marcas de pigmentación del párpado
Las lesiones cutáneas pigmentadas de los párpados varían en tamaño, a veces con una superficie irregular o cubierta de pelo. A veces, estos lunares en la vejez pueden transformarse en un tumor maligno: el melanoma.
Tumores benignos del ojo: lunares pigmentados conjuntivales
Uno de los cambios más comunes de este tipo es la melanosis ocular, es decir, un aumento de la pigmentación debido a un crecimiento excesivo o crecimiento de células pigmentarias (melanocitos). Especialmente se trata del pliegue conjuntival inferior. Tiene la forma de áreas marrones, planas, únicas o multifocales.
Tumores oculares benignos: verrugas
Las papilas pequeñas en el párpado (únicas o múltiples) pueden verse como una protuberancia rosa pálida con un hoyuelo en el ápice, o aparecer como nódulos pediculados marrones que sangran con facilidad (llamados verrugas seborreicas). Los primeros suelen estar presentes desde la adolescencia y las verrugas seborreicas aparecen especialmente en los ancianos.
Cáncer de ojo benigno - queratoacantoma
El queratoacantoma de células escamosas es un bulto duro, rosado y de rápido crecimiento con una depresión en el centro que se asemeja a una úlcera. Es más común en los hombres, generalmente mayores de 50 años. Los bultos suelen desaparecer por sí solos.
Tumores benignos del ojo - lipoma
Un lipoma es un bulto blando, pequeño y con forma de bola que se ve debajo de la piel. El lipoma se localiza con mayor frecuencia en el cuadrante temporal superior de la conjuntiva ocular.
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