El té no es del todo bueno para el embarazo y el bebé en desarrollo, advierten los médicos a las mujeres embarazadas. Sin embargo, no es necesario que renuncie por completo a esta bebida cuando esté embarazada, solo úsela con moderación. El té también se puede sustituir por otras infusiones.
Los expertos en esta bebida destacan sus propiedades saludables. El té está repleto de poderosos antioxidantes (especialmente el té verde) que protegen las células de los efectos dañinos de los radicales libres. Reduce el riesgo de desarrollar ciertos tipos de cáncer (por ejemplo, cáncer de mama), protege contra un ataque cardíaco, regula el sistema digestivo y previene la caries dental debido al contenido de flúor. Y, como el café, tiene una gran cantidad de cafeína estimulante (también conocida como teína): 65 mg en un vaso de té negro y 35 mg en verde. Por lo que reduce la somnolencia y la fatiga. La cafeína del té se absorbe más lentamente que la del café, pero dura más.
Contras de beber té durante el embarazo
El té verde bebido en cantidades razonables (2 tazas al día) no dañará su embarazo, pero el exceso puede ser peligroso. Se asume, por ejemplo, que las sustancias activas que contiene inhiben el crecimiento celular y, por lo tanto, pueden tener un efecto negativo sobre el desarrollo del feto. Por otro lado, el té negro estimula fuertemente el sistema nervioso y tiene propiedades estreñidas, por lo que puede agravar el estreñimiento que a menudo preocupa a las mujeres embarazadas.
¿Qué en lugar de té durante el embarazo?
Recomendamos, por ejemplo, el té rooibos (del arbusto rojo africano), que alivia la depresión y el insomnio, dolencias comunes de las mujeres embarazadas. También contiene hierro, flúor y potasio, que fueron valiosos en este período. También vale la pena tomar infusiones de manzanilla o menta, que mejoran la digestión y reducen la acidez de estómago.