La inmunoterapia es un método para modular el sistema inmunológico que se utiliza para la prevención y el tratamiento de enfermedades. La inmunoterapia se utiliza, entre otras cosas, en en caso de alergia, desarrollar tolerancia a ese alérgeno.Además, la inmunoterapia ha encontrado aplicación en el tratamiento de enfermedades autoinmunes y en trasplantes. También se utiliza cada vez más en el tratamiento del cáncer. Compruebe de qué se trata la inmunoterapia.
Lea también: DESENSIBILIZACIÓN - la forma más eficaz de tratar la ALERGIA La inmunidad del cuerpo - el enemigo y aliado Enfermedades resultantes de la autoinmunidad, es decir, ENFERMEDADES AUTOINMUNOLÓGICASLa inmunoterapia se basa en la modulación artificial - estimulación (inmunoestimulación), reducción (inmunosupresión) o restauración (inmunoreconstrucción) - de la inmunidad natural del cuerpo con fines profilácticos y terapéuticos. La inmunoterapia se ha utilizado en la prevención del desarrollo de numerosas enfermedades (inmunización) y en el tratamiento causal de alergias (desensibilización). Además, se usa en el tratamiento de enfermedades infecciosas, como la difteria, el tétanos (seroterapia), las enfermedades autoinmunes (en el curso de las cuales el cuerpo se ataca a sí mismo) y en el trasplante. La inmunoterapia también es uno de los métodos de tratamiento del cáncer.
La inmunoterapia puede ser específica (dirigida), es decir, dirigida a un tipo específico de célula a combatir, y no específica (no específica) que estimula el sistema inmunológico para que funcione mejor en general. También hay una división en inmunoterapia local (se aplica a una parte del cuerpo) o integral (se aplica a todo el cuerpo).
Inmunoterapia con alérgenos, es decir, desensibilización
La inmunoterapia con alérgenos, es decir, la desensibilización, está dirigida a un alérgeno o grupo de alérgenos específicos. Consiste en administrar durante un período de tiempo determinado, a intervalos específicos, aumentando gradualmente las dosis de un alérgeno o de varios alérgenos con el fin de modificar la respuesta del organismo a este alérgeno e inducir la tolerancia al mismo. En el curso de la desensibilización, la producción de anticuerpos responsables de causar alergias se reduce gradualmente. De esta forma se puede eliminar la sensibilización o al menos se pueden aliviar sus síntomas (aunque en algunas personas la desensibilización puede no tener ningún efecto).
La vacuna sublingual es una forma segura de tratar las alergias en los niños.
Inmunoterapia con alérgenos: desensibilización sublingual
Fuente: Lifestyle.newseria.pl
Inmunoterapia en el tratamiento del cáncer.
Un tipo de inmunoterapia contra el cáncer es la inmunoterapia activa, que tiene como objetivo estimular el sistema inmunológico para combatir el cáncer. En este caso, se utilizan vacunas contra el cáncer, que incluyen células tumorales especialmente preparadas (derivadas del paciente) o antígenos tumorales. Hasta la fecha, se han desarrollado dos vacunas contra el cáncer: para el melanoma (Melacina) y para el cáncer de colon (OncoVAX).
A su vez, en el caso de la inmunoterapia pasiva del cáncer, se utilizan vacunas que contienen anticuerpos (generalmente anticuerpos monoclonales) dirigidos contra células tumorales específicas.
Por otro lado, la inmunoterapia inespecífica contra el cáncer consiste en administrar fármacos (citocinas, p. Ej., Interferón), que hacen que el tumor sea más sensible a ellas, inhiben el crecimiento de células cancerosas y activan las células del sistema inmunológico.
Sin embargo, el método más moderno de inmunoterapia contra el cáncer es la terapia dirigida molecular. Implica identificar antígenos en las células cancerosas y luego producir anticuerpos contra ellos que se unen a esos antígenos específicos. De esta forma, se inhibe el crecimiento tumoral.
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Un tipo de inmunoterapia es la inmunosupresión, es decir, la inhibición parcial o completa de la producción de anticuerpos y células inmunitarias del organismo, cuando sus efectos pueden ser perjudiciales para el organismo. Para ello, el llamado inmunosupresores (los más comunes son los inmunosupresores).
La inmunoterapia se utiliza principalmente en el curso de enfermedades autoinmunes, como la artritis reumatoide o la alopecia areata. En este caso, se utilizan inmunosupresores como glucocorticosteroides, fármacos alquilantes (ciclofosfamida, clormetina), antimetabolitos (metotrexato, azatioprina), ciclosporina A y micofenolato de mofetilo para "silenciar" el sistema inmunológico. Estos agentes inhiben la respuesta inapropiada del sistema inmunológico contra sus propios tejidos.
A su vez, en el caso de los trasplantes se realiza un procedimiento inmunosupresor, que consiste en la destrucción completa de las células inmunes mediante el uso de radiación o agentes farmacológicos. Este tipo de procedimiento está destinado a prevenir el rechazo del trasplante (existe el riesgo de que el cuerpo trate el órgano trasplantado como un cuerpo extraño y trate de combatirlo).
Sin embargo, después de la inmunosupresión, el cuerpo pierde las células del sistema inmunológico, lo que aumenta el riesgo de que los patógenos ataquen y desarrollen infecciones. Es por esto que la persona trasplantada debe permanecer en condiciones estériles. Sin embargo, las infecciones frecuentes no son el único efecto secundario de la inmunosupresión. Su uso también se asocia con un mayor riesgo de tumores malignos y daño al corazón y al hígado, lo que se aplica no solo a las personas después del trasplante.