Los fibratos son fármacos que se utilizan para reducir el riesgo cardiovascular en pacientes con niveles elevados de colesterol en sangre. Los trastornos lipídicos son una de las anomalías detectadas con mayor frecuencia durante las visitas de rutina al médico de cabecera. En estos casos, podemos escuchar que nuestros niveles de "colesterol malo" son demasiado altos. Un diagnóstico como este nunca debe tomarse a la ligera. Lea cómo funcionan los fibratos y cuáles son las indicaciones para su uso.
Tabla de contenido:
- ¿Cómo actúan los fibratos?
- ¿Cuándo usar fibratos?
- ¿Qué debe recordar al usar fibratos?
- ¿Cuáles son los posibles efectos secundarios de los fibratos?
- ¿Se pueden tomar todos los medicamentos con fibratos?
Los fibratos, junto a las estatinas, son los fármacos más utilizados en el tratamiento de los trastornos lipídicos. ¿En qué se diferencian estos dos grupos de fármacos? Las estatinas reducen los niveles de "colesterol malo" o LDL. Los fibratos reducen los triglicéridos y elevan el nivel de "colesterol bueno".
Los niveles incorrectos de lípidos tienen un impacto significativo en el funcionamiento del sistema circulatorio. Estos trastornos conducen primero a la formación de lesiones ateroscleróticas. El resultado de la aterosclerosis puede ser enfermedad coronaria, arritmias y accidente cerebrovascular. El inicio temprano de la terapia apropiada permite la extensión y mejora de la calidad de vida.
Un elemento importante de la terapia de los trastornos lipídicos es el cambio de estilo de vida. Si este problema nos afecta, debemos empezar a prestar atención a las comidas saludables, la actividad física regular y la reducción del estrés. Si tenemos adicciones, debemos combatirlas. Desafortunadamente, en la mayoría de los casos, un estilo de vida saludable por sí solo no es suficiente y se requieren medicamentos.
¿Cómo actúan los fibratos?
La acción de los fibratos se basa principalmente en reducir el nivel de triglicéridos en sangre. Otro efecto beneficioso de estos fármacos es aumentar los niveles de HDL o "colesterol bueno". Su efecto sobre el nivel de LDL o "colesterol malo" es pequeño. El efecto de esto es detener el desarrollo de lesiones ateroscleróticas. Los fibratos también pueden desempeñar un papel en la prevención de coágulos sanguíneos. Los estudios muestran que este grupo de medicamentos reduce significativamente el riesgo de ataques cardíacos.
Los medicamentos con fibratos a menudo se recetan a pacientes diabéticos que desarrollan trastornos de los lípidos. Esta enfermedad suele ir acompañada de niveles elevados de TG y niveles reducidos de HDL. Los fibratos ayudan a mejorar el perfil de lípidos para que los triglicéridos y el "colesterol bueno" estén en los niveles adecuados. Los ensayos clínicos demuestran que el tratamiento con estos fármacos es especialmente beneficioso para las personas que padecen sobrepeso, obesidad e hiperinsulinemia.
¿Cuándo usar fibratos?
Los fibratos son una categoría de medicamentos que solo pueden usarse según lo prescrito por un médico. Por lo general, antes de emitir una receta, un especialista recomienda una prueba llamada lipidograma. Otro elemento importante de la investigación es determinar el riesgo de trastornos cardíacos coronarios. Según los resultados, el médico determina si es necesario introducir medicamentos.
Si los trastornos son de bajo nivel, generalmente se recomiendan métodos no farmacológicos, es decir, el llamado estilo de vida saludable.
Si, a pesar de los cambios en la dieta y la actividad física, los resultados empeoran, es el momento de prescribir medicamentos: estatinas o fibratos. Las estatinas se recetan cuando el médico quiere reducir el LDL o "colesterol malo" en el paciente.
Se recomiendan los fibratos para reducir los triglicéridos y elevar el nivel de "colesterol bueno" (HDL). A veces, se usa una terapia combinada con medicamentos de estos dos grupos.
Los fibratos no deben ser utilizados por personas que padecen una enfermedad renal. Las contraindicaciones para el uso de este grupo de medicamentos también son trastornos hepáticos graves, cálculos biliares y pancreatitis.
Los fibratos no deben tomarse durante el embarazo y la lactancia. Sin embargo, sucede que estos medicamentos se usan a pesar de estas contraindicaciones después de consultar a un médico.
¿Qué son los triglicéridos y el colesterol?El colesterol es un componente de todas las células de nuestro cuerpo. Es fundamental para el buen funcionamiento del organismo. Es a partir de ella que nuestra piel produce vitamina D. Las hormonas sexuales como la testosterona y los estrógenos también se sintetizan a partir del colesterol. A pesar de su importante papel en el funcionamiento del organismo, no es necesario que se le suministre alimentos, ya que se produce en nuestro hígado.
El "colesterol bueno" o HDL protege nuestros vasos sanguíneos contra cambios ateroscleróticos. Estas partículas eliminan el colesterol de las paredes de los vasos sanguíneos y luego lo transportan al hígado donde se destruye. El "colesterol malo" mencionado anteriormente, o LDL, se acumula en las paredes de los vasos sanguíneos formando placas ateroscleróticas. Las investigaciones muestran que los niveles de LDL están estrechamente relacionados con muchas enfermedades cardíacas.
Los triglicéridos, o TG, son grasas simples que son material energético para nuestras células. Pueden almacenarse en tejido adiposo como material de repuesto o usarse para las necesidades actuales del cuerpo. Los triglicéridos se producen en el hígado y luego ingresan a los vasos sanguíneos como lipoproteínas de muy baja densidad. Es imperativo que estos lípidos se suministren con alimentos. Sin embargo, su cantidad en la dieta debe ser limitada. Un nivel de TG demasiado alto es peligroso para su salud. Estudios recientes indican que los niveles de triglicéridos tienen un mayor impacto en el riesgo de accidente cerebrovascular y ataque cardíaco que los niveles de colesterol.
¿Qué debe recordar al usar fibratos?
Al aplicar el tratamiento farmacológico de los trastornos lipídicos, no se debe olvidar una dieta adecuada. Se recomienda limitar el consumo de alimentos ricos en grasas animales saturadas. Vale la pena excluir el trabajo físico excesivo. Se recomienda realizar una actividad física tranquila y regular, como caminar o andar en bicicleta. Se desaconsejan los deportes extremos y de ejercicio. El tratamiento con fibratos debe combinarse con la suplementación con aceite de pescado, rico en ácidos omega.
Se deben tener en cuenta los exámenes médicos regulares mientras se toman estos medicamentos. Es importante controlar las funciones de los riñones y el hígado durante la terapia. Los fibratos no deben suspenderse solos, sin consultar a un especialista. Es esencial para su bienestar y limitar los efectos secundarios que tome las dosis recomendadas con regularidad.
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¿Cuáles son los posibles efectos secundarios de los fibratos?
Los fibratos pertenecen al grupo de medicamentos seguros, pero como prácticamente todos los medicamentos, tienen efectos secundarios. El dolor abdominal, las náuseas y la diarrea son comunes con estos medicamentos. El daño hepático es una de las consecuencias más graves del tratamiento con fibratos. Para cuidar este órgano, se deben realizar pruebas de función hepática con regularidad durante la terapia.
¿Se pueden tomar todos los medicamentos con fibratos?
Los fibratos interactúan con algunos medicamentos, así que informe a su médico sobre su uso. Tenga especial cuidado con los anticoagulantes, ya que esta combinación puede provocar un adelgazamiento excesivo de la sangre. La combinación de fibratos con glitazonas, que se utilizan para tratar la diabetes tipo 2, puede provocar una fuerte caída de los niveles de azúcar.
La ciclosporina y los fibratos son una combinación de medicamentos menos común que puede causar interacciones. Debe tener cuidado con ellos porque esta combinación puede provocar problemas renales graves. La ciclosporina es un medicamento que se administra después de los trasplantes para reducir el riesgo de rechazo del trasplante.
Fuentes:
- Fibratos: función y mecanismos de la acción hipolipemiante P. Sobieraj, J. Lewandowski, K. Dęmbe, P. Krasnodębski, Medycyna Faktów Vol. 8 / No 4 (29) / 2015, 24-3, acceso en línea
- Estatinas y fibratos en la práctica clínica: ventajas y limitaciones, Barbara Cybulska, Longina Kłosiewicz-Latoszek, Przew Lek 2003, 6, 7/8, 26-35, acceso en línea
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