El endometrio, o el revestimiento del útero, es el tejido que reviste el interior del útero de una mujer. Su estructura y funciones cambian periódicamente en las fases posteriores del ciclo menstrual. Es el endometrio que constituye la capa de la pared uterina que se exfolia sistemáticamente durante el sangrado menstrual. El correcto funcionamiento del endometrio es necesario para la implantación del embrión después de la fecundación y su correcto desarrollo a lo largo del embarazo. Descubra cómo se construye el endometrio, cómo funciona y qué enfermedades pueden desarrollarse en él.
El endometrio es el revestimiento del útero. Su grosor varía no solo con las fases individuales del ciclo menstrual, sino también con la edad de la mujer.
Tabla de contenido
- Estructura del endometrio
- Ciclo endometrial
- Endometrio durante el embarazo
- Investigación endometrial
- examen de ultrasonido (USG)
- biopsia del endometrio
- histeroscopia
- Enfermedades del endometrio
- endometritis
- adherencias endometriales
- pólipos endometriales
- hiperplasia endometrial
- cáncer endometrial
- endometriosis
- atrofia endometrial
Estructura del endometrio
La pared uterina está formada por tres capas básicas:
- peritoneo, que cubre todo el órgano desde el exterior
- músculo, la más gruesa de las capas, gracias a la cual son posibles las contracciones uterinas
- mucosa, ubicada más internamente (también conocida como endometrio)
El endometrio, al igual que otras membranas mucosas, está formado por células epiteliales, tejido conectivo, así como vasos sanguíneos, nervios y células del sistema inmunológico. Un elemento muy importante de su estructura son las glándulas que producen secreciones. El funcionamiento del endometrio está relacionado con su división en dos capas: básica y funcional.
La capa basal del endometrio es profunda y su estructura es constante y no cambia durante el ciclo menstrual.
Por otro lado, la capa funcional del endometrio experimenta una reconstrucción cíclica: crecimiento y exfoliación alternos. El papel de estos cambios es preparar el útero para la implantación del embrión. La reconstrucción de la capa funcional después de la menstruación es posible sobre la base de la "base" constantemente presente, es decir, la capa basal.
Ciclo endometrial
El endometrio es muy sensible a los efectos de las hormonas sexuales femeninas estrógeno y progesterona. Los cambios en su concentración en el cuerpo durante el ciclo mensual dan como resultado la reconstrucción del endometrio.
Los cambios periódicos en la estructura del endometrio se denominan ciclo endometrial. Las siguientes fases de este ciclo son:
- la fase de proliferación (es decir, multiplicación)
- fase de secreción (es decir, secreción)
- la fase de la menstruación (es decir, exfoliación)
Aproximadamente desde el quinto día después del final de la menstruación, los ovarios comienzan a producir estrógeno de manera intensiva. A través de ellos, se lleva a cabo la reconstrucción sistemática de la capa funcional del endometrio, que fue exfoliada durante la menstruación anterior.
En el día 14 del ciclo, tiene lugar la ovulación, lo que significa que se libera un óvulo del folículo. Esta burbuja luego se convierte en la llamada El cuerpo lúteo, que produce otra hormona muy importante, la progesterona.
La función de la progesterona es preparar la mucosa uterina para la implantación del embrión. Gracias a él, el endometrio se vuelve grueso y bien provisto de sangre. Las glándulas se expanden y las células restantes almacenan nutrientes.
Si no se logra la fertilización, los vasos que llevan la sangre al endometrio se contraen. La mucosa isquémica muere y se desprende como sangrado menstrual. El ciclo endometrial completo comienza de nuevo.
Endometrio durante el embarazo
Si el óvulo se fertiliza durante el ciclo mensual, el endometrio debidamente preparado se convierte en el lugar de implantación del embrión. La mucosa uterina sufre una nueva transformación y, a partir de ese momento, se la denomina temporal.
La temporal, y más concretamente una de sus capas (la denominada temporal basal), es la parte materna de la placenta. Su correcto funcionamiento asegura un flujo constante de sangre y nutrientes, lo que posibilita el desarrollo del feto. El cuerpo temporal también tiene importantes funciones inmunológicas: debido al diferente funcionamiento de las células inmunitarias dentro de él, el organismo de la madre no reconoce al feto como extraño y, por lo tanto, evita el rechazo del embarazo.
Otro papel del temporal es su influencia en el sistema endocrino; por un lado, está fuertemente influenciado por las hormonas producidas durante el embarazo y, por otro lado, tiene la capacidad de liberar hormonas y moléculas de señalización en el torrente sanguíneo.
Investigación endometrial
Hay varios métodos disponibles para examinar el estado del endometrio. La elección del método de examen depende de las indicaciones médicas: el estado de salud del paciente, las dolencias experimentadas y las enfermedades sospechadas por el médico. Las pruebas más utilizadas en el diagnóstico de enfermedades del endometrio incluyen:
- examen de ultrasonido (USG)
La ecografía es un examen no invasivo. Su uso principal es medir el grosor del endometrio. Suele realizarse en el llamado Ecografía transvaginal. El grosor de la mucosa uterina cambia con el curso del ciclo menstrual.
El endometrio más delgado es visible en un examen realizado justo después del final de la menstruación; su grosor no debe exceder los 5 mm. En las siguientes fases del ciclo, el endometrio se espesa sistemáticamente. En el período periovulatorio, puede alcanzar los 7-10 mm. Observamos el mayor grosor del endometrio justo antes de la menstruación, por lo general es de 10 a 15 mm. Después de la menopausia, el endometrio no debe exceder los 5 mm de grosor.
La ecografía es especialmente útil para excluir procesos patológicos: si el grosor del endometrio no excede valores alarmantes, generalmente no se necesita un diagnóstico adicional. Por otro lado, si el médico examinador descubre un engrosamiento anormal del endometrio, la presencia de lesiones adicionales (por ejemplo, pólipos) u otras patologías, el paciente generalmente será derivado para pruebas adicionales.
- biopsia del endometrio
La biopsia endometrial consiste en tomar un fragmento del mismo mediante espéculos especiales y luego analizar el fragmento obtenido en un examen microscópico. Las indicaciones de una biopsia endometrial incluyen trastornos menstruales, infertilidad, sangrado vaginal (incluido el sangrado posmenopáusico), así como la sospecha de un proceso neoplásico.
Un método más invasivo para obtener fragmentos de endometrio para examen microscópico es el legrado de la cavidad uterina. Esta cirugía generalmente se realiza bajo anestesia general. El médico ensancha el canal cervical con herramientas especiales, luego raspa la mucosa uterina y la envía para un examen microscópico. Después de dicha cirugía, el endometrio se regenera por completo en cinco días.
El legrado es un procedimiento con mayor riesgo de complicaciones, pero por otro lado permite obtener una gran cantidad de material para examinar. Gracias a esto, existe una mayor posibilidad de descargar aquellos fragmentos en los que se desarrolla el proceso de la enfermedad.
- histeroscopia
La histeroscopia es un procedimiento quirúrgico en el que se inserta una pequeña cámara en el útero, que le permite ver el interior de la cavidad uterina desde el interior. Durante la histeroscopia, es posible examinar cuidadosamente el endometrio, así como visualizar sus posibles patologías: pólipos, adherencias y cambios hiperplásicos.
La histeroscopia se puede combinar con la recolección de material para biopsia. Esta combinación tiene una ventaja muy significativa: los fragmentos del endometrio no se toman "a ciegas", sino específicamente de aquellos lugares que despiertan sospechas por parte de los médicos. Además de las aplicaciones de diagnóstico, también es posible el tratamiento quirúrgico simultáneo durante la histeroscopia, por ejemplo, la extirpación de pólipos.
Enfermedades del endometrio
El funcionamiento inadecuado del endometrio y los procesos patológicos que tienen lugar en él pueden manifestarse en forma de trastornos menstruales, sangrado anormal, problemas para quedar embarazada y dolor. Las enfermedades del endometrio más comunes incluyen:
- endometritis
La endometritis se asocia con mayor frecuencia a cirugías ginecológicas: cesárea, legrado de la cavidad uterina o histeroscopia. La infección endometrial también puede ocurrir en el período posparto. Los síntomas típicos de dicha inflamación son dolor abdominal bajo, fiebre y sangrado vaginal.
Además del endometrio, la inflamación también puede afectar las trompas de Falopio y los ovarios, así como otros órganos circundantes. Las bacterias son el factor más común que causa la endometritis, por lo tanto, el método de tratamiento más eficaz suele ser la terapia con antibióticos adecuadamente seleccionados.
- adherencias endometriales
Las adherencias son cicatrices dentro de la cavidad uterina. Pueden ser una complicación de la cirugía, así como también una inflamación o un parto. Su presencia puede causar problemas para quedar embarazada y mantenerla.
El tipo de enfermedad más grave asociado con la aparición de adherencias es el llamado Síndrome de Asherman. Consiste en una atresia completa de la cavidad uterina como consecuencia de una cicatrización generalizada. El primer signo suele ser ausencia de menstruación o presencia de sangrado muy escaso. Esta condición suele ser el resultado de un legrado demasiado radical del útero. Se requiere cirugía para tratar todo tipo de adherencias; generalmente se eliminan con un cuchillo especial o con láser.
- pólipos endometriales
Los pólipos endometriales son estructuras pediculadas formadas a partir de un endometrio demasiado grande. La gran mayoría de estas lesiones son benignas, aunque todos los pólipos después de su extirpación se someten a un examen microscópico; en casos raros, se encuentran focos neoplásicos dentro de ellos. El tamaño de los pólipos no suele superar los pocos centímetros. Los pólipos pueden no causar ningún síntoma clínico. Sin embargo, a menudo se manifiestan como sangrado anormal.
La causa de su formación no se ha entendido completamente; entre otras cosas, se sospecha la influencia de factores hormonales, aunque aún no se ha confirmado completamente en estudios científicos. Los pólipos se detectan con mayor frecuencia en la ecografía, así como en otros procedimientos que permiten la visualización del endometrio (por ejemplo, histeroscopia). El tratamiento de los pólipos consiste en su extirpación quirúrgica. En algunos casos, se usa terapia hormonal y, a veces, tales cambios solo se dejan para observar.
- hiperplasia endometrial
En la hiperplasia endometrial, las células glandulares pueden crecer y multiplicarse excesivamente. Luego, el endometrio crece demasiado y se engrosa. La razón principal de esto es que el estrógeno estimula demasiado el endometrio y no se equilibra con la acción de la progesterona. Los factores de riesgo de tales trastornos incluyen
- obesidad
- el uso de medicamentos que contienen estrógenos (por ejemplo, en la terapia de reemplazo hormonal)
- otras condiciones médicas que causan un aumento en los niveles de estrógeno
El grosor del endometrio se considera anormal> 5 mm en mujeres posmenopáusicas (> 8 mm en mujeres que usan terapia de reemplazo hormonal). El simple engrosamiento del endometrio no es suficiente para evaluar el proceso de la enfermedad. Un elemento muy importante del diagnóstico es el examen microscópico de un fragmento del endometrio obtenido, por ejemplo, durante una biopsia. En el examen microscópico (histopatológico) podemos obtener dos tipos de resultados: hiperplasia sin atipia o hiperplasia atípica.
En la hiperplasia sin atipia, el endometrio está engrosado, pero las células son normales. Este tipo de crecimiento está asociado con un riesgo muy bajo de desarrollar cáncer. Su tratamiento con mayor frecuencia implica el uso de terapia hormonal (medicamentos basados en progesterona y sus derivados). A veces, el tratamiento se interrumpe porque dichos cambios pueden resolverse por sí solos.
La hiperplasia endometrial atípica es una afección mucho más grave. Tiene el riesgo de convertirse en cáncer de endometrio. Por esta razón, la detección de hiperplasia endometrial atípica es una indicación para la extirpación uterina profiláctica. Si este tipo de hiperplasia se diagnostica en una paciente que desea quedar embarazada en el futuro, generalmente se administra terapia hormonal y se realiza un seguimiento cuidadoso para identificar cualquier cáncer en forma temprana.
- cáncer endometrial
El cáncer de endometrio es la segunda neoplasia maligna más común del sistema reproductor femenino (el cáncer más común en este grupo es el cáncer de cuello uterino). La mayoría de los casos se diagnostican en la sexta y séptima década de la vida (entre los 50 y los 70 años).
El mayor riesgo de desarrollar esta neoplasia afecta a pacientes con trastornos hormonales (predominio de la actividad estrogénica). La mayor probabilidad de este tipo de trastorno se presenta en mujeres obesas en el período perimenopáusico.
Durante este tiempo, los ovarios reducen la producción de hormonas sexuales (los niveles de progesterona disminuyen), mientras que el tejido adiposo convierte activamente otras hormonas en estrógenos. Por tanto, mantener un peso corporal saludable, una dieta adecuada y el ejercicio son una forma de reducir el riesgo de desarrollar cáncer de endometrio.
Otros factores de riesgo incluyen:
- tomando medicamentos que contienen estrógenos
- diabetes
- sin descendencia
El cáncer de endometrio puede ser sintomático de hemorragia uterina anormal al principio de su desarrollo. Cuanto antes se detecte un cáncer, mayor será la posibilidad de una cura exitosa. El método terapéutico más importante es la cirugía. Los tratamientos complementarios incluyen radio y quimioterapia, así como terapia hormonal (derivados de progesterona).
El pronóstico, como en el caso de otras neoplasias malignas, depende del estadio de la enfermedad en el momento del diagnóstico. Si el tratamiento se inicia lo suficientemente temprano, existe una buena posibilidad de que el tumor se reseque por completo y el paciente se recupere por completo. Sin embargo, si el proceso neoplásico se extiende más allá del endometrio hacia los tejidos circundantes y los ganglios linfáticos, el pronóstico empeora.
- endometriosis
En la endometriosis, el revestimiento del útero se encuentra en lugares del cuerpo donde normalmente no debería estar. Las ubicaciones más comunes son cerca del útero: trompas de Falopio, ovarios o tejidos circundantes. Con menos frecuencia, es posible tener tejido endometrial en la vagina, la vejiga o el intestino grueso y, en casos extremos, incluso en los pulmones o el cerebro.
Un endometrio en una posición anormal está influenciado por las hormonas, así como por un endometrio normal. La endometriosis generalmente puede causar períodos muy dolorosos, infertilidad y dolor durante las relaciones sexuales. Sin embargo, a menudo permanece completamente asintomático.
Existen varias teorías que explican los posibles mecanismos de la enfermedad, pero aún se desconoce la causa específica.
La enfermedad es crónica y tiene tendencia a recaer. Dependiendo de la etapa y la edad del paciente, se utilizan preparaciones hormonales o extirpación quirúrgica de los focos de endometriosis entre los métodos de terapia. El objetivo del tratamiento hormonal es inhibir el efecto estimulante de los estrógenos en el endometrio. En el proceso de terapia, también es muy importante limitar los efectos particularmente persistentes de la enfermedad, por ejemplo, para tratar el dolor en el caso de dolencias graves.
- atrofia endometrial
La atrofia endometrial es una afección en la que el revestimiento del útero se adelgaza como resultado de la pérdida de células. El endometrio atrófico suele ser el resultado de una falta de estimulación por parte de los estrógenos. Esta situación puede ser bastante fisiológica, por ejemplo, en mujeres posmenopáusicas. En las mujeres en edad reproductiva, es posible que el endometrio atrófico no pueda aceptar los óvulos, lo que lleva a una infertilidad secundaria.
El diagnóstico de atrofia endometrial requiere un diagnóstico en profundidad de los trastornos hormonales que pueden ser la causa de esta afección. Por supuesto, un historial completo también es muy importante, lo que permite determinar si la enfermedad subyacente no es, por ejemplo, tomar medicamentos que inhiban el efecto de los estrógenos.
Bibliografía:
- "Ginecología y obstetricia" T.1 y 2, Grzegorz Bręborowicz, PZWL Medical Publishing, 2ª edición, Varsovia 2017
- "Ginecología" Vol. 1 y 2., Zbigniew Słomko, PZWL Wydawnictwo Lekarskie, Varsovia 2008
- "Histologia" W.Sawicki, J.Malejczyk, PZWL Wydawnictwo Lekarskie, Varsovia 2008
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