La enfermedad de Parkinson, comúnmente conocida como parkinson, es una enfermedad neurodegenerativa progresiva del sistema extrapiramidal, que es responsable del movimiento de todo el cuerpo. La rigidez muscular, los temblores y los movimientos más lentos están progresando, estos son los síntomas más visibles del Parkinson. ¿Qué es exactamente el Parkinson y cuáles son los síntomas y síntomas? ¿Cómo se trata el parkinson?
La enfermedad de Parkinson (coloquialmente parkinson) pertenece a un grupo de enfermedades neurológicas, cuya causa es la destrucción progresiva de las células nerviosas que construyen estructuras específicas del cerebro. Estas condiciones se denominan enfermedades neurodegenerativas.
En la enfermedad de Parkinson, las llamadas células están dañadas. el sistema extrapiramidal, cuya función es controlar los movimientos de todo el cuerpo. Por esta razón, los síntomas de la enfermedad de Parkinson se asocian principalmente con trastornos motores: lentitud de movimiento, temblores musculares e inestabilidad postural.
Es importante destacar que este tipo de síntomas también pueden tener otras causas que siempre deben descartarse antes del diagnóstico de la enfermedad de Parkinson.
Włodzimierz Szaranowicz, periodista deportivo:
- Desde hace varios años me acompaña una sombra. Es la enfermedad de Parkinson, que persistentemente intenta quitarme las cosas sin las cuales no puedo imaginar mi vida: una sonrisa, claridad mental, la capacidad de hablar y moverme de manera eficiente. Sin embargo, la enfermedad de Parkinson también es una enfermedad del espíritu, y la única cura para ella es la esperanza y la fuerza interior.
Celebramos el Día Mundial del Parkinson el 11 de abril.
Tabla de contenido
- La base de la enfermedad de Parkinson
- Las causas de la enfermedad de Parkinson
- Síntomas y curso de la enfermedad de Parkinson
- Diagnóstico y diferenciación de la enfermedad de Parkinson
- Tratamiento de la enfermedad de Parkinson
- El pronóstico de la enfermedad de Parkinson
La base de la enfermedad de Parkinson
La causa subyacente de la enfermedad de Parkinson es el daño irreversible y progresivo de las células nerviosas ubicadas en el llamado la materia negra del cerebro. Esta estructura se encuentra en el mesencéfalo y pertenece al sistema extrapiramidal.
El papel de este sistema es coordinar los movimientos corporales más allá del control de nuestra conciencia. Gracias a ella, es posible mantener un tono muscular adecuado, mantener una postura corporal adecuada y realizar movimientos automáticos sin tener que concentrarse en ellos.
En la enfermedad de Parkinson, se destruyen las neuronas de la sustancia negra. Bajo el microscopio, puede ver partículas de proteínas depositadas en ellos, llamadas cuerpos de Lewy. La causa de estos cambios, lamentablemente, aún se desconoce.
Se estima que en la enfermedad de Parkinson, aproximadamente el 7% de las células de la sustancia negra se destruyen cada año. La muerte de este grupo de neuronas da como resultado una reducción en la cantidad de la sustancia que producen: la dopamina.
La dopamina es un neurotransmisor muy importante, un tipo de molécula de señalización que transmite información entre las diversas estructuras del cerebro. La deficiencia de dopamina es la principal causa de los síntomas comunes de la enfermedad de Parkinson: temblores, rigidez muscular y movimientos más lentos. A medida que la enfermedad progresa, otras áreas del sistema nervioso también pueden verse afectadas y pueden aparecer síntomas adicionales (por ejemplo, trastornos psiquiátricos o del sueño).
Las causas de la enfermedad de Parkinson
La causa de la enfermedad de Parkinson sigue siendo un misterio a pesar de muchos años de investigación. La enfermedad aparece con mayor frecuencia en pacientes alrededor de los 60 años y es un poco más común en hombres que en mujeres.
Los casos de ocurrencia familiar de la enfermedad iniciaron una serie de estudios encaminados a descubrir los factores genéticos que pueden estar asociados a ella.
Se ha descubierto que muchos tipos de mutaciones subyacen al parkinsonismo familiar. Sin embargo, es una variante poco común de la enfermedad y aún no se ha identificado un cambio genético específico que ocurre en todos los pacientes con Parkinson.
Actualmente, se sospecha que la enfermedad es causada por una superposición de varios factores, tanto genéticos como ambientales. El contacto con determinadas sustancias tóxicas (por ejemplo, plaguicidas) puede aumentar el riesgo de enfermedad.
Desafortunadamente, se desconoce el mecanismo exacto del daño neuronal en la enfermedad de Parkinson. Por esta razón, todavía no se sabe si se puede prevenir esta enfermedad y cómo. Por ahora, su tratamiento causal tampoco está disponible.
Síntomas y curso de la enfermedad de Parkinson
Los síntomas de la enfermedad de Parkinson varían según la fase de su curso. Antes de que se desarrollen los trastornos típicos del movimiento, los pacientes pueden experimentar quejas sutiles durante un tiempo prolongado que rara vez se identifican como enfermedad de Parkinson temprana.
Desafortunadamente, la enfermedad es progresiva: la respuesta a los medicamentos se debilita con el tiempo, mientras que los síntomas continúan aumentando. El curso de la enfermedad es el siguiente:
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I. Fase preclínica de la enfermedad de Parkinson
Se estima que los síntomas típicos de la enfermedad de Parkinson no se hacen evidentes hasta que se ha destruido el 80% de la sustancia negra del cerebro. Las dolencias que ocurrieron anteriormente no son muy características.
Ahora se cree que algunos de los focos iniciales de la enfermedad se localizan dentro de las estructuras responsables de la transmisión de las sensaciones olfativas. Por este motivo, uno de los primeros síntomas puede ser un trastorno olfativo.
Otras dolencias que ocurren en las primeras etapas del desarrollo de la enfermedad pueden incluir depresión, estreñimiento y trastornos del sueño (sueño inquieto combinado con actividad física excesiva).
Desafortunadamente, todos estos síntomas pueden ocurrir sin estar relacionados con la enfermedad de Parkinson. Por esta razón, el diagnóstico se realiza con mayor frecuencia solo cuando aparecen trastornos motores típicos.
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II. Fase de la enfermedad de Parkinson: trastornos motores
Hay 4 grupos típicos de trastornos del movimiento característicos de la enfermedad de Parkinson:
- Temblores musculares
Este síntoma se equipara comúnmente con la enfermedad, aunque no tiene por qué aparecer en todos los pacientes. El temblor afecta con mayor frecuencia las manos, pero también puede afectar las piernas, el mentón o las comisuras de la boca.
Una característica típica del temblor muscular en la enfermedad de Parkinson es su aparición solo en reposo. Por ejemplo, la mano tiembla cuando el paciente está sentado quieto y cuando el paciente alcanza un objeto, el temblor cede.
El temblor de la mano a menudo toma la forma de "contar dinero", es decir, el característico roce de los dedos entre sí.
- Bradicinesia
Este es el síntoma más importante de la enfermedad, necesario para su diagnóstico. La bradicinesia significa una ejecución lenta de todos los movimientos: los enfermos, a pesar de estar dispuestos, no pueden acelerarlos.
La cámara lenta afecta a todos los grupos de músculos, por lo que dificulta el funcionamiento diario. La bradicinesia produce lentitud en el habla, dificultad para tragar alimentos y problemas para iniciar los movimientos (por ejemplo, el paciente quiere dar un paso hacia adelante, pero sus pies están "pegados" al piso).
- Rigidez muscular
Los músculos están todos tensos, se resisten a intentar moverse. Cuando la rigidez muscular coexiste con los temblores, el examen médico muestra el síntoma de un "engranaje", es decir, una sensación de salto característica del movimiento de las extremidades.
El aumento de la tensión de los músculos faciales provoca una reducción de la expresión y alteraciones en las expresiones faciales; la cara se enmascara.
- Trastornos de la postura
Por lo general, hay inestabilidad en la posición del cuerpo, problemas de coordinación y equilibrio. Mientras camina, el paciente se inclina hacia adelante. La falta de control de la postura puede provocar caídas y lesiones secundarias (incluidas fracturas peligrosas).
Al comienzo de la enfermedad, los síntomas motores pueden ser débiles. Por lo general, un lado del cuerpo se ve afectado primero; a medida que avanza la enfermedad, después de unos años, los síntomas también aparecen en el otro lado.
Los primeros síntomas notables son la desaceleración de las actividades de la vida cotidiana (comer, vestirse) o temblores musculares periódicos.
El aumento de la rigidez muscular puede causar síndromes de dolor que a menudo se diagnostican erróneamente.
Una micrografía puede aparecer bastante temprano, escribiendo en letras cada vez más pequeñas.
La enfermedad de Parkinson se clasifica como un síndrome hipertónico-hipocinético, es decir, asociado con un aumento de la tensión muscular y una movilidad reducida.
La forma en que caminan los pacientes con la enfermedad de Parkinson es muy característica: pasos pequeños, "arrastre" de las plantas de los pies en el suelo, ausencia de movimientos de brazos y paradas repentinas (el llamado congelamiento).
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III. Fase de la enfermedad de Parkinson: trastornos mentales
A medida que avanza la enfermedad de Parkinson, los pacientes pueden experimentar trastornos psiquiátricos que se manifiestan por cambios en el comportamiento, el estado de ánimo y la percepción del mundo que los rodea.
Los más habituales son los estados depresivos, los sentimientos de ansiedad y miedo, las fobias y los ataques de pánico.
Otros cambios característicos del comportamiento pertenecen al grupo de los trastornos obsesivo-compulsivos, los llamados trastorno obsesivo compulsivo.
La enfermedad de Parkinson también se asocia con un deterioro progresivo de las funciones cognitivas relacionadas con la recepción, el procesamiento y la reacción a la información del entorno externo. Los síntomas de estos trastornos pueden incluir problemas de concentración, memoria, planificación y pensamiento abstracto.
Aproximadamente el 40% de los pacientes de Parkinson experimentan alucinaciones (con mayor frecuencia visuales, aunque también son posibles las auditivas y olfativas). Más adelante en la enfermedad, puede haber una reducción significativa en el rendimiento mental, el llamado demencia parkinsoniana.
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IV. Otras complicaciones de la enfermedad de Parkinson
El daño al sistema nervioso en la enfermedad de Parkinson puede afectar el funcionamiento de muchos órganos. Las dolencias comunes incluyen trastornos de las funciones autónomas, es decir, funciones que no controlamos conscientemente.
Los ejemplos típicos son el estreñimiento y la dificultad para defecar debido a la disfunción de los esfínteres. Problemas similares se aplican al sistema urinario: la urgencia de la vejiga (también durante la noche) y la incontinencia urinaria son comunes. Estos trastornos provocan infecciones más frecuentes en el tracto urinario.
Los pacientes también sufren pérdida de la función sexual, ambos asociados con una disminución de la libido y disfunción eréctil.
Los cambios en la regulación nerviosa dentro de los vasos sanguíneos pueden provocar caídas de la presión arterial (con mayor frecuencia en forma de hipotensión ortostática, es decir, una caída de la presión después de cambiar la posición del cuerpo de estar acostado a estar de pie).
Otro grupo de complicaciones que dificultan el funcionamiento diario son los trastornos del sueño. Los pacientes suelen tener problemas para conciliar el sueño, duermen inquietos y se despiertan por la noche, mientras que durante el día experimentan una somnolencia excesiva.
Diagnóstico y diferenciación de la enfermedad de Parkinson
Los síntomas de la enfermedad de Parkinson son tan característicos que el diagnóstico se basa en ellos. No se requieren pruebas adicionales de laboratorio o de imágenes.
Para cumplir los criterios de diagnóstico, es necesario tener desaceleración motora y al menos uno de los otros tres síntomas:
- temblores musculares
- rigidez muscular
- trastornos de la postura
Cada uno de ellos debe evaluarse en un examen neurológico realizado con mucho cuidado.
Dado que es suficiente para identificar la presencia de síntomas típicos, ¿el diagnóstico de la enfermedad de Parkinson es extremadamente simple?
La respuesta es no, porque antes de realizar este diagnóstico conviene descartar otras posibles causas de los síntomas observados.
Estos síntomas se llaman síndrome parkinsoniano, que por supuesto puede ser la enfermedad de Parkinson. Desafortunadamente, también pueden acompañar a otras afecciones, como:
- trazos
- procesos inflamatorios
- sangrado intracraneal
- tumores cerebrales
- otras enfermedades neurodegenerativas
También sucede que son un efecto secundario del uso de ciertos grupos de medicamentos.
El parkinsonismo inducido por fármacos se relaciona principalmente con aquellos agentes farmacológicos que inhiben los receptores de dopamina. Estos incluyen antidepresivos, ciertos antieméticos y medicamentos para el tratamiento de la esquizofrenia.
Por esta razón, si se sospecha la enfermedad de Parkinson, el médico realiza una entrevista muy detallada, con especial énfasis en las preguntas sobre medicamentos crónicos.
Al inicio del proceso diagnóstico, es recomendable realizar estudios de imagen cerebral (tomografía computarizada o resonancia magnética) para excluir otros cambios que puedan causar síntomas parkinsonianos (ictus, hidrocefalia, cáncer, cambios inflamatorios).
También existe un grupo de condiciones más raras que imitan la enfermedad de Parkinson.A veces se les denomina parkinsonismo plus; esto significa que, además de las características de la enfermedad de Parkinson, presentan síntomas adicionales que no se encuentran en la enfermedad de Parkinson clásica.
Si los síntomas motores aparecen inmediatamente en ambos lados del cuerpo del paciente, existen trastornos neurológicos adicionales o el tratamiento introducido al principio (con L-DOPA, ver más abajo) no da ningún resultado, es necesario profundizar en el diagnóstico para poder realizar el diagnóstico correcto.
Tratamiento de la enfermedad de Parkinson
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Tratamiento farmacológico del parkinson
El principal mecanismo de acción de los fármacos utilizados en la enfermedad de Parkinson es la mejora de la señalización en aquellas vías del sistema nervioso donde la señal es transmitida por la dopamina. Este efecto se puede lograr con la ayuda de varios grupos de preparaciones.
El más importante de ellos es la levodopa (también conocida como L-DOPA), la sustancia a partir de la cual se produce la dopamina en el cuerpo. La levodopa es un fármaco eficaz porque, a diferencia de la dopamina misma, puede penetrar directamente en el cerebro y ejercer sus efectos allí (la dopamina, cuando se toma como fármaco, no puede pasar de la sangre al cerebro).
Al comienzo de la aplicación de Levodopa, a menudo es posible lograr una mejora espectacular en la condición de los pacientes. Desafortunadamente, su uso crónico puede estar asociado tanto con la aparición de efectos secundarios como con una reducción en la eficacia del fármaco.
Uno de los efectos secundarios más graves es la llamada discinesia, movimientos incontrolados del cuerpo. Para reducirlos se modifican los esquemas de administración de Levodopa o se administran fármacos de otros grupos.
Pueden ser, por ejemplo, sustancias que estimulan el receptor de dopamina (por ejemplo, ropinirol), aumentan su liberación (por ejemplo, amantadina) o inhiben su degradación en el organismo (por ejemplo, tolcapona).
Desafortunadamente, ninguno de los medicamentos está exento de efectos secundarios (náuseas, alucinaciones, cambios de comportamiento).
Por lo tanto, la selección de un régimen de terapia es siempre el resultado de equilibrar los beneficios de mejorar la condición del paciente y los efectos secundarios emergentes.
En el caso de que los medicamentos orales ya no produzcan los efectos esperados, se pueden utilizar métodos alternativos de administración. Estos incluyen una bomba que administra levodopa directamente en los intestinos e inyecciones subcutáneas de apomorfina (un fármaco que estimula los receptores de dopamina).
Para la apomorfina, también se puede usar una bomba de infusión continua (similar a una bomba de insulina).
El uso de tales sistemas permite mantener una concentración constante de fármacos en el organismo, lo que se traduce en una mayor eficacia de su acción.
Desde el punto de vista de las dolencias que más perturban a los pacientes en su funcionamiento diario, es igualmente importante tratar los síntomas no relacionados con el aparato locomotor. Para ello, se utilizan fármacos que afectan el estado mental (antidepresivos, antipsicóticos). También es posible tratar eficazmente la disfunción eréctil, la micción y el estreñimiento.
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Tratamiento quirúrgico de la enfermedad de Parkinson.
En las formas avanzadas de la enfermedad de Parkinson, cuando el tratamiento farmacológico sigue siendo insuficiente, se realiza una neurocirugía especial. Su objetivo es colocar electrodos en el cerebro que envíen señales a las estructuras que no funcionan correctamente.
La verificación del funcionamiento de los electrodos es posible gracias a un controlador especial (estimulador), generalmente colocado en la zona del pecho.
Este tipo de terapia suele dar buenos resultados, aunque no es aplicable a todos los pacientes (deciden la edad, los criterios de evolución de la enfermedad, la presencia de síntomas no angulares).
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Estilo de vida en la terapia de Parkinson
Un elemento muy importante de la terapia de la enfermedad de Parkinson es la actividad física regular y la rehabilitación, adaptada a la gravedad de la enfermedad. Los ejercicios seleccionados correctamente ayudan a mantener la aptitud física y reducen los síntomas motores.
En cuanto a la nutrición, se aconseja a los pacientes que sigan una dieta rica en fibra para prevenir el estreñimiento. Si está tomando levodopa, es aconsejable limitar la cantidad de proteína consumida (la proteína reduce la absorción de este medicamento).
Hay estudios científicos que muestran una reducción del riesgo de enfermedad en personas que consumen cafeína de forma habitual. Así que beber café no está prohibido, e incluso es recomendable.
En el caso de trastornos del habla, se recomienda la logopedia.
El pronóstico de la enfermedad de Parkinson
La enfermedad de Parkinson, como otros trastornos neurodegenerativos, es progresiva. Debido a un conocimiento bastante bueno del mecanismo de daño que causa los síntomas clínicos, fue posible desarrollar fármacos con alta eficacia.
Los mejores resultados se obtienen en los primeros años después del diagnóstico. Desafortunadamente, con el curso de la enfermedad, la sensibilidad del cuerpo a la terapia disminuye y los procesos de destrucción de las estructuras del sistema nervioso continúan progresando.
Las dosis cada vez más altas de medicamentos también causan muchos efectos secundarios.
Después de varios años, la aptitud física del paciente suele reducirse significativamente.
La investigación científica que utiliza células madre y terapia génica, que en el futuro puede convertirse en la base de los métodos modernos de terapia, sigue siendo una esperanza.
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- ¿Cómo ralentizo el Parkinson? Consejos de un periodista que está enfermo
- Rehabilitación y ejercicio en la enfermedad de Parkinson
- Parkinsonismo juvenil: causas, síntomas, tratamiento
- Asociación de personas afectadas por la enfermedad de Parkinson
Bibliografía:
- "Neurología" vol. 1, W. Kozubski, P. Liberski, ed. 2, PZWL Varsovia 2013
- "Farmacología" R. Korbut, 1ª edición, PZWL Varsovia 2012
- "Jankovic J," Enfermedad de Parkinson: características clínicas y diagnóstico, Journal of Neurology ", Neurosurgery & Psychiatry 2008; 79: 368-376, acceso en línea
- "Los síntomas clínicos de la enfermedad de Parkinson" "S. Sveinbjornsdottir, Journal of Neurochemistry 2016, acceso en línea
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