Una erección dolorosa afecta estadísticamente a 2 hombres de cada 100. Esta vergonzosa dolencia es el priapismo, también llamado erección prolongada o tirón. Con este problema, es necesario acudir a un urólogo, ya que si no se trata, puede terminar con impotencia o incluso con la amputación del pene.
La erección dolorosa (priapismo, garganta) es una condición desagradable para los hombres, porque la erección dura de 4 a 6 horas, a veces incluso varios días. Es independiente de la excitación o estimulación sexual. Los urólogos distinguen 2 tipos de priapismo: flujo sanguíneo alto (priapismo de flujo alto) y flujo bajo (priapismo isquémico, de flujo bajo). La segunda forma de la enfermedad es más común y está asociada con una reducción del flujo de sangre venosa del pene. Esto provoca isquemia tisular y siempre dolor en el pene. La situación requiere ayuda urológica. El priapismo de flujo alto generalmente se desarrolla después de una lesión. A veces acompaña a la anemia de células falciformes. La esencia de esta forma de la enfermedad es aumentar el suministro de sangre al pene. No hay dolor ni riesgo de isquemia, pero el paciente requiere asistencia especializada.
Erección dolorosa - diagnóstico
El diagnóstico correcto es de suma importancia ya que los tratamientos para las dos formas de la enfermedad son fundamentalmente diferentes. Los datos estadísticos muestran que 1/3 de los casos de la enfermedad no tienen una causa estrictamente definida, el 21% son el resultado de tomar medicamentos (por ejemplo, para la hipertensión, drogas psicotrópicas) y el abuso de alcohol, en el 12% La erección persistente es causada por lesiones del perineo, y en el 11% anemia falciforme.
Erección dolorosa - tratamiento
El objetivo del tratamiento del priapismo de bajo flujo es eliminar la isquemia de los cuerpos cavernosos del pene y prevenir la necrosis tisular. Descuidar la isquemia puede provocar impotencia y, en casos extremos, incluso la amputación del pene. Cuando el paciente ingresa en el hospital, el médico puede administrar relajantes fuertes o enjuagar el cuerpo cavernoso con solución salina. Los procedimientos quirúrgicos se realizan como último recurso cuando fallan otros métodos.
Por otro lado, en el caso de la erección hiperémica, que ocurre como consecuencia de una lesión y la formación de una fístula, previa observación se realiza un procedimiento que consiste en cerrar la arteria dañada.